viernes, 31 de julio de 2009

Historias de Bolas Tristes II

Cuerno uterino y ovario de una gatita blanca

Un día cualquiera me encontré con Pedro en el correo. En nuestro pueblo no hay cartero. Cada uno debe ir hasta la estafeta y retirar su correspondencia, así que este suele ser un lugar de encuentros.
La cuestión es que Pedro, mientras esperabamos ser atendidos, me dijo que le habían regalado una gatita "de Angora" y que la quería operar (castrar). Quedamos en que lo haríamos cuando tuviera unos 7 u 8 meses de vida.
A partir de entonces, cada vez que nos cruzabamos, Pedro me hacía acordar de "Minina" como la habían bautizado. Pasaron unos cuatro meses. Una tarde de lluvia, los días que generalmente aprovecho para hacer cirugía en pequeños, decidí por fin ir a buscar a Minina para operarla. Cuando llegué a la casa me encontré con una hermosa gata blanca, toda lavada y perfumada, con el pelo bien largo y esponjoso, y un collarcito rosa muy petitero (ja... esta palabra algunos no la conocerán). La despedida fué como con un pariente, la mujer lloró un poco mientras le hacía los últimos mimos.
Llegué a la veterinaria, preparé todo para la operación y le apliqué la anestesia. Todo iba bien. Como pasa muchas veces, vomitó antes de quedar en el plano que uno precisa para la cirugía. Por fin la tendí y sujeté en la camilla. La pelé y desinfecté el área quirúrgica. Luego hice una prolija incisión por línea media y me asomé al abdomen.
¡Y ahí la sorpresa! De un vistazo pude ver que Minina... ¡No tenía útero ni ovarios! Enseguida busqué entre los pelos del perineo y me encontré dos hermosos huevos como de paloma ¡Era un macho! ¡Minina era un macho!
Suturé todo y la llevé de vuelta a casa. Al llegar me recibieron con ansiedad. Mientras la mujer la acomodaba suavemente en su camita, Pedro me preguntó: "¿Y? ¿Como fué la cosa?" "¡Bién!" Dije yo mientras no paraba de reirme "Cuando se le cure la panza lo castramos... Minina es un hombrecito"
Y esto que les conté no me pasó cuando era nuevo en la profesión. Me pasó con unos 20 años de trabajo y centenares de ovariectomías hechas, lo que confirma que nunca estaremos libres de ser bolas tristes en algún momento

martes, 28 de julio de 2009

¿Donde se había metido?

Antes que algún criticon se burle, aclaro que esta no es la vaca holando del cuentito

Era verano. Plena cosecha de trigo. La gente del campo dedicada a esas labores y las vacas medio olvidadas haciendo sus cosas. La cuestión es que Manuela, la lechera holando de Mario, un hombre ya mayor, se puso a parir en un potrero del fondo y nadie la vió. Y salió entonces la cabeza de la criatura junto con una manito, mientras la otra mano, apuntando hacia atras, se trababa haciendo que ya no pudiera terminar el parto. Pasaron algunas horas y el nuevo ternero, aún sin nombre, muy despacito dejo de respirar por su cordón, y se murió.
Cuando Mario vió a la parturienta dos días despues, el ternero ya estaba enfisematoso, es decir que había acumulado gas bajo la piel tomando su cabeza el aspecto de un globo inflado. El hombre llegó a la veterinaria y lo primero que dijo fué: "Pero no me vengas a retar vasco. Yo andaba en la cosecha y no la ví. Debe hacer dos días que está con el ternero muerto adentro".
Fuimos al campo. Hice una cesárea bastante dificil porque todo el ternero era una gran masa de olor asqueroso. Se le salía el pelo y las pezuñas de puro podrido nomás. Lo saqué. Suturé prolijamente. y por fin me agaché para poner unos óvulos de antibiótico por vagina.
¡Y cuando metí la mano!... Me quedé quieto un rato sin reaccionar y despues, sin decir nada, tomé la tijera y empecé a cortar la reciente sutura. "¿Que hacés vasco?" Me dijo Mario. Y entonces me largué a reir y le dije: "¡Tiene otro ternero adentro Mario!"
¡Y sí! A uno le van contando estas cosas en los años de profesión y en el momento piensa ¡Ja! ¡Si será bolas tristes el tipo al que le pasa eso! Y cuando por fin le pasan, siempre queda la sensación que nadie está libre de ser un bolas tristes en un momento de su vida.

jueves, 23 de julio de 2009

Cirque du soleil o que circo bárbaro


La palabra circo viene de círculo, en alusión a la pista donde se desarrollan los espectaculos, mas o menos organizados de los cirqueros y sus animales.
Hago aquí un pequeño homenaje a un circo que solía pasar anualmente por San Manuel. Lo formaba una familia con dos hijos, y otros dos muchachos multiuso que ayudaban en todos los trabajos. Desde armar la carpa hasta acomodar los espectadores en cada función. Tenían números memorables como Carola la muñeca de goma, la hija menor, que hacía dos o tres piruetas simil-contorsionista, o David, alambre-trepe americano que caminaba por un alambre a la increíble altura de ¡2 metros!. Era espeluznante. Todos mirábamos felices. También tenían animales. Había un perro de policía negro, mas malo que Caín, al que me tocó vacunar contra la rabia, y que al llegar al pueblo siguiente, Juan N. Fernandez, mordió un tipo, y tuve que mandar un certificado en prueba de mi actuación profesional. La cuestión es que el perro entraba en el número del payaso y hacía ¡Salto en largo! El payaso lo dejaba sentado en una punta de la carpa, se alejaba unos pasos y hacía una marca en la tierra con el zapatón y cuando daba la orden, mientras todos conteníamos el aliento, el perro tomaba carrera y al llegar a la marca pasaba caminando nomás y el payaso Junigranputi se mataba de risa.
Pero no era este el tema de hoy. La lluvia me trajo esos recuerdos.
El asunto que me llevó a escribir es quejarme.
Nuestra profesión tiene una enorme cantidad de caminos a recorrer. Lo que en un principio fué atender la salud de los animales, fué agregando tareas tan dignas y variadas como la bromatología o el asesoramiento nutricional, pasando por la docencia y otras mil cosas.
En verdad, casi todos los chicos que la eligen, ven en la veterinaria la posibilidad de curar caballos, perros, vacas, cerdos y cuanto bicho camine por ahí. Despues la vida, las oportunidades y el disfrute, hacen que esto se cumpla o que se recorran otros caminos.
Y ahora sí. A que venía este encabezado hablando del circo.
Tan noble actividad como es la clínica y la cirugía, sobre todo de equinos y pequeños, se está convirtiendo cada vez mas en un circo, al que lamentablemente los propietarios de los animales acuden gustosos.
La mayoría de las veces es suficiente al buen clínico agregar un pequeño peso en la balanza de la salud, para inclinar el fiel de la misma hacia el restablecimiento. El trabajo mas grande lo hace el organismo del paciente. Siempre. Nosotros generalmente no curamos. Los animales se curan con nuestra ayuda. No es dificil. Es un arte tambien. Solo hay que emplear los mínimos recursos y los máximos conocimientos.
Hay que mirar, palpar, oler, oir y sentir cada paciente tratando de encontrar las sutiles pistas que nos lleven al diagnóstico antes de pensar en cantidades de análisis, radiografías, ecografías y metodos auxiliares que solo encarecen el trabajo y complican la vida a todos.
Porque no sería bueno pensar en algún fin económico detras de esto ¿Nó? Aunque realmente se vé muy parecido a lo que pasa en Medicina Humana.
Y acá una pequeña disgresión. Muchos avances de la Medicina Veterinaria fueron motorizados por los permanentes logros de su prima Humana. Lastima que también hemos copiado sus acciones perversas.
Y vemos especialistas en dientes que pulen y labran los incisivos de un mastín cuando sería mas facil indicar huesos con carne a las mascotas para nunca tener problemas dentales, o internaciones de varios días para resolver una eclampsia que se soluciona con una pequeña inyección de minerales, u operaciones de miembros en perros fracturados que volverían a caminar si una humilde férula de alambre les contuviera el miembro los pocos días necesarios para la curación, y tantas cosas parecidas que no dependen del criterio profesional, sino de cuanto se puede llegar a sacar al dueño.
Y ni hablar de los caballos deportivos. Los pobres bicho viven soportando sin chistar (algún día aprenderan) miles de inyecciones "para el higado", "para los riñones", "para los músculos", tónicos de toda especie, minerales, "el enchufe" el día de la carrera y montones de porquerías que a veces terminan por arruinarlos de verdad.
Lo malo es que el círculo lo cierran los mismos propietarios que, con su demanda, dan aliento y vida a todas las prácticas que cuento. Se ha instalado la idea de que el que se dedica a pequeños o a equinos y no actúa de acuerdo a estos códigos "no sabe".
Así estamos... ¡Que lástima!
Yo seguiré tratando de indicar lo mínimo posible, diciendo a la gente que si el animal se curó no hace falta volver a verlo, derivando ese 2 o 3 % de casos verdaderamente graves que sí requieren la virtuosa utilización de la técnica, tratando de hacer intervenciones cada vez mas simples y eficientes y poniendome contento si puedo ayudar a curar un bicho solo con una pequeña inyección y "muchos besos" (este es un recuerdo para un gran médico que tuvimos en el pueblo. Los que lo conocieron lo entenderán)

miércoles, 22 de julio de 2009

Día bravo...


Pleno invierno. Desde ayer llueve. Hay vientos fuertes y alerta meteorológico. Por si fuera poco anuncian probabilidad de nevadas para esta noche o mañana. Estos son los mejores días para atender un parto o curar algún herido en el medio del campo. Veremos que sale...

sábado, 18 de julio de 2009

Saliendo para Palermo

Toro Angus de dos años de la Cabaña Santa Marta de Cinque antes de ingresar a Palermo 2009


Mi padre, Fulvio, fué un veterinario dedicado a la reproducción. Atendió muchas de las grandes cabañas de su época. Para llegar a las mas lejanas solía ir piloteando un avión del Aeroclub de Necochea primero, y despues su propio PA22. Fué pionero en muchas técnicas que para la época eran novedosas. Congelación de semen, inseminación artificial, diagnóstico de venéreas y otras. La muerte lo sorprendió cuando tenía bien avanzado el proyecto de su propio Centro de Inseminación Artificial.
Todo esto viene a cuento para entrar en el tema de las cabañas.
Yo empecé a acompañarlo al campo siendo chico. Mis primeros recuerdos no son muy alentadores. Solía ponerme a trabajar en la manga en alguna tranca, mientras el hacía tacto. Para mi visión infantil, las 700 u 800 vacas que solía revisar en el día eran montones incalculables. Miraba siempre lo que quedaba en los corrales del fondo y me parecía que el número seguía igual. Pero también había buenos momentos. Los asados al pie de la manga, verlo en acción en operaciones que a mí me parecían prodigiosas o en técnicas de laboratorio demasiado complejas, el trato con la gente del campo y las anecdotas de barros, lluvias y días de sol, que despues se repitieron en mi propia historia.
Las cabañas de aquel entonces eran muy distintas a las actuales. Empezando por los animales. En los años 60, las razas británicas tenían un biotipo mucho mas chico, tanto que los toros Angus adultos y gordos pesaban entre 800 y 850 kg. Todavía quedaban algunas que tenían los toros para las exposiciones en tinglados o galpones, con los corrales separados del suelo, a un metro de altura. Se subía por una rampa, y a ambos lados del pasillo central se abrían los distintos espacios, con pisos de tablas de madera y cubiertos por paja fresca que se renovaba periodicamente. Otro lugar ya perdido era la "cocina" donde se preparaba la comida de los reproductores. Se cocinaba en unas ollas enormes una pasta que la verdad no sé de qué estaba compuesta... ¡Ah! Y todavía quedaban lugares donde toros enormes de dos años mamaban diariamente su ración de leche. Para esto se ponía a las vacas lecheras sobre una tarima alta y el grandulón se acercaba al trote y se ponía a mamar.
Hoy hemos pasado por varios cambios en el biotipo. Los animales son mas grandes que aquellos, pero no tanto como los de los años 70. No se los confina en galpones, por lo menos en las zonas templadas, comen alimentos balanceados o raciones secas, complementados con verdeos y pasto seco. Sobre el final de su preparación se alojan en piquetes donde se los trabaja diariamente. Se los baña, se los peina, se les pela la cabeza y parte del pecho.
En cada animal que sale para una exposición vá un pedazo de cada uno de los que hicieron posible ese producto. Desde el dueño, que con su incansable trajín y su visión global del asunto, vá ordenando las tareas y los actores, pasando por todos los empleados del campo, desde el que siembra el maiz o las pasturas, hasta los que recorren y partean a las damas, los que cuidan, los que preparan y los que salen con cada toro a la pista.
También estamos los que cubrimos distintas demandas, el asesor genético, el ecografista, el encargado de las transferencias de embriones, el veterinario sanitarista y tantos otros.
Hoy estuve dando la última mirada a los animales que iran a esta nueva Exposición Rural de Palermo. Siempre en estos momentos, previos a la partida, hay una creciente excitación. Se aprontan los bártulos con las cosas que se usarán en esos días capitalinos, se ultiman las papelerías, se mira el cielo esperando que no llueva y haya complicaciones con el barro. Los animales están listos y la gente también. Y como todos los años, desde que yo tengo memoria, cada uno lleva adentro la secreta esperanza de que aquel animal mimado, por fin lograra el campeonato tan deseado.

domingo, 12 de julio de 2009

El Santo


Los libros de James Herriot creo que son de lectura obligada para los veterinarios rurales. Con singular gracia y maestría el autor, un veterinario ingles de los años 50, vá desgranando historias simples de la profesión en una geografía bastante parecida a la que afortunadamente me ha tocado recorrer en mis propias andanzas. Habla de un paisaje de lomadas, serranías, algunos bosques umbríos y algún arroyo caudaloso que cruza los caminos rurales por los que viajaba. Eso mismo pasa y se vé por acá. Otra cosa que impresiona es ver lo poco que han cambiado las rutinas de los que ejercemos este noble oficio, a pesar del paso de tantos años. Cuenta del parto de una vaca, de noche y a la luz de un farol, habla de la satisfacción de las salidas al campo con los hijos, siempre dispuestos para las maravillas de la naturaleza y deja historias de residentes que hicieron sus primeras armas con él. En fin. Alegrías diarias del veterinario rural.
El detalle es que sus relatos son actuaciones en las que queda clara su pericia, ojo clínico y buen proceder. Casi todos los casos que cuenta fueron ganados y los pacientes se salvaron, lo que al leerlos me hizo recordar a cierto profesor de Clinica quirúrgica de nuestra Facultad de Tandil, especializado en equinos, que despues de plantear tremendos casos en los que había intervenido, invariablemente terminaba la lectura de la ficha en cuestión con la muletilla: -Y este animal corrió y ganó- Dejando claro que era un campeón de la medicina.
Uno que ha transitado muchos años en el "ramo" y ejercido a tiempo completo, sabe que esta profesión nos hace mantener un permanente equilibrio. Cuando nos parece que somos buenos porque hemos resuelto muchos problemas con eficiencia y responsabilidad, de golpe sucede que un error producto del cansancio, falta de cálculo, distracción o simplemente mala fortuna lleva a que se complique, a veces fatalmente, un paciente que podría haber sido salvado o atendido mejor. Humanos somos.
Y humano debe ser el tratar de olvidar o disimular las malas y rescatar las buenas. Por eso comprendo a Herriot y al docente en cuestión. Y como siempre suelo caminar contra la corriente, tuve la idea en un momento de escribir una serie de relatos con los casos en los que actué mal. Algunos son verdaderamente risueños, pero creo que además, serían mucho mas valiosos para los que se están iniciando en estos caminos de la veterinaria. Se aprende mas de los errores que de los aciertos.
Pero este largo preámbulo, solo venía a cuento porque lo que voy a relatar ahora es un caso...¡Ganado!

El Santo fué un caballo de los mejores. Criado en un campo de Lobería. Bayo, alto, fuerte, de buen cogote y con unos cuartos fibrosos y elásticos que impresionaban. Cuando se lo quiso domar, cerca de los tres años, empezó a mostrar su verdadero carácter. Nunca se entregó. Mordía, manoteaba y bastaba que se moviera una hoja detras suyo para que largara tremendas patadas. -Este caballo me vá a sacar canas verdes-...repetía Palito, el hombre que lo había agarrado para amansar. Y se esmeraba en doblegarlo. Lo dejaba atado días enteros al palo para que aflojara, le metía rigor y parecía empeorarlo, cuando lo quiso cinchar por primera vez casi se desnuca en una voleada. Todo fué inutil. Y como pasa casi siempre El Santo, recién bautizado así en contrapunto con su furia, se destinó para las domas.
Y empezó su carrera en las jineteadas con un exito muy grande casi desde el principio. En estos casos el éxito consiste en bajar a cuanto hombre lo sube. Cuando sentía el azote del rebenque y el rayón de las espuelas al largarlo del palenque, hacía un arrancón bestial que nadie podía aguantar, y allá iba el hombre al suelo, y la fama de El Santo cada vez mas alto.
Esta vez la jineteada era en Ayacucho. El día antes había llovido y la pista estaba húmeda, cosa que aumenta el peligro, ya que a los animales les cuesta hacer pie y puede haber accidentes. De todas maneras, desde temprano se juntó muchísima gente y un solcito fuerte hacía que el ánimo de los presentes fuera del mejor. El Santo estaba destinado para la final. Allí montan los que han ganado en la rueda y como es lógico, los mejores caballos se destinan para ese momento.
Los hombres que ayudan lo llevaron hasta el palo y empezaron a ensillarlo. Lo subían con bastos. Le taparon los ojos, y con un salto ágil, el jinete cayo sentado sobre el ancho lomo. El Santo sintió el peso del muchacho y su corazón se aceleró. Sus narices dilatadas se llenaban de aire y todos sus músculos se pusieron en tensión. Medio se sentó antes de que lo largaran, y de pronto, el quemante chasquido de la azotera del capataz de campo, al mismo tiempo que le quitaban la venda y lo largaban. Dió un salto tremendo hacia el costado y giró sobre sus patas, al tiempo que el fierro de las espuelas le lastimaba el pecho y las paletas. Con fortísimo impulso se largó para adelante, y en la parada, desacomodó al jinete, mientras sacudía la cabeza llevandolo en las riendas. Largó entonces un segundo salto, formidable en el impulso, que lo hizo caer con la pata izquierda sobre un charquito que no había terminado de orear. Al apoyar el vaso, su pata resbaló inevitablemente y todo el peso del cuerpo cayo sobre esa pata inutil. De lejos se oyó el tremendo sonido del hueso al romperse. La gente, que logró escucharlo casi desde el otro lado del campo de doma enmudeció. El jinete se alejó unos paso y le gritó al apadrinador... -¡Se quebró!-
Lo ayudaron a pararse. La pata izquierda le colgaba muerta. Empezaron a opinar los entendidos. Alguno decía que solamente estaba "sacado", otros que se había quebrado y la mayoría coincidía en que había que sacrificarlo. El dueño hizo venir un veterinario desde Ayacucho. El colega lo revisó y sombriamente afirmó -¡No tiene cura! Hay que matarlo-. De todas maneras, el caballo se veía muy animado y el dueño decidió traerlo de vuelta a Lobería. Lo largaron en un potrerito, y en los 10 días siguientes, lo vieron otros dos colegas. El pronóstico era coincidente en que no había recuperación posible.
Y en este momento es que me tocó a mí intervenir. Había en el pueblo un hombre muy campero que trabajaba para el dueño de El Santo, comprando y vendiendo caballos. Un día me vino a ver por no sé que asunto y me contó todo lo de El Santo. Me gusto para ir a verlo y nos combinamos para viajar juntos a Lobería. Lo revisé prolijamente y ví que se trataba de una fractura completa de femur izquierdo. Verdaderamente grave, aunque en verdad daba mucho ánimo la actitud del caballo, siempre fuerte y desafiante. Le dije al dueño que si me dejaba, iba a intentar salvarlo. Quedamos en que me pagaría si algún día el animal volvía a las domas. Acepté gustoso y allí empezó el baile.
Mi idea era construirle una férula gigante que inmovilizara una pata que mediría no menos de 1,5 metros. Y empecé a improvisar con materiales. Primero la hice de hierro de construcción con alambres para la sujeción. Y a Lobería viajé con el aparato. Se había juntado mucha gente para ver el nuevo espectáculo. A pesar de su bravura, El Santo, parecía cooperar en el intento. Le colocamos la férula, toda forrada en algodón y cinta, y despues la fijamos con vendas simples y no sé cuantos yesos. Yo estaba contento. La idea estaba tomando forma. Trabajamos mas de dos horas hasta que por fin creí que ya estaba todo en orden. La gente también estaba de buen humor. Habían entendido la idea y creo que se contagiaban de mi optimismo.
-¡Vamos a largarlo despacito a ver que hace!- les dije casi con miedo. Le sacaron las sogas y el caballo dió algunos pasos suaves, mientras bufaba desconociendo aquello que le habíamos colocado. -Parece que vá a andar-, dijo uno ¡Ojalá! Pensaba yo. Y se fué El Santo muy despacio hasta que de pronto quiso trotar y se afirmó fuerte sobre la férula.
-¡Nó!- Dijo uno, mientras todos mirábamos desconsolados como el invento se doblaba y perdía forma con el peso de la bestia ¡Que desaliento! Enseguida lo agarraron y le saqué todas las vendas y aparatos -¿Que vá a hacer Spinelli?- Me preguntó el dueño -Voy a hacer otra prueba- dije sin pensarlo, aunque no tenía la menor idea de como.
Ya en el viaje de vuelta fué tomando forma algo que superaría lo anterior. Construí entonces una férula con hierro acerado de 8 mm de diámetro que era mucho mas fuerte, y le hice algunos agregados que corregían pequeños defectos. La historia resumida es que esta vez sí anduvo bien y logré lo que pretendía inmovilizando esa pata. Viajé ocho veces mas a Lobería para ir corrigiendo y controlando todo durante los 35 días que dejamos puesta la férula.
El día que la sacamos se había vuelto a juntar mucha gente. El animal ya era un amigo. Me dejaba trabajar y meterme entre sus patas como si nada. Al descubrirle la pata y hacer una revisación, lo primero que se notó fué que había desparecido la crepitación en la zona de la fractura. Se notaban los músculos glúteos abultados, y cuando El Santo volvió caminando hacia el potrero, también había una leve cojera, pero parecía que todo andaba bien. Les recomendé especial cuidado en que no hiciera ejercicio alguno y que lo dejaran el tiempo que fuera necesario para que la fractura se consolidara. Pasó tres meses en Lobería y despues otros nueve en un campo cercano a San Manuel donde cada tanto lo iba a ver. El animal fué recuperando el estado que había perdido, y por fin llegó el día de la prueba de fuego.
Justo un año despues del trágico accidente en Ayacucho, lo subieron en una monta especial, en una jineteada en La Numancia. Y allí lo ven a El Santo y a Enrique Iglesias en la foto de arriba, en un día que para mí es inolvidable.

lunes, 6 de julio de 2009

Huesos flojos



¡Nó! ¡Nó!... ¡Y sí! ¡Se voleó nomás!
El enorme novillo de alrededor de 450 kilos se dió vuelta completamente dentro de la manga y quedó con sus pezuñas apuntando al cielo, imposibilitado de levantarse. Este es un accidente bastante común, y cuando pasa con animales muy pesados, cuesta mucho acomodarlos nuevamente y seguir con la tarea. La cuestión es que ese día estabamos implantando con anabólicos un rodeo, y la cosa sucedió en la mitad del trabajo .
Despues de los rezongos de todos los presentes, me fuí al trote hasta el auto y volví con un montón de sogas a cuestas. Me metí en la manga, até prolijamente las manos de la bestia con una de las sogas y con la otra improvisé un bozal que le rodeó la cabeza. Les pasé las dos piolas a los que ayudaban y yo me quedé detras del animal empujándolo.
¡Vamos! ¡Meta! ¡Fuerza!... Y la mole empezó a levantarse hasta quedar sentada como un perro. De pronto, y contra lo que pasa siempre, cuando los bichos se largan hacia adelante y se paran, este pegó un violento cabezaso hacia atras. La mala suerte quiso que yo, creyendo que ya el trabajo estaba hecho, apoyara el brazo en el filo de las tablas de la manga. Y hacia allí fué la punta de la cabezota, quebrando en un lindo golpe mis huesos radio y cúbito derechos.
Cuando uno se quiebra un hueso se produce un cortocircuito en la cabeza y se ennegrece la vista, apareciendo las famosas estrellas de los dibujitos animados. Eso me pasó durante un rato. Me senté en las tablas de la manga y cuando me recuperé, me enderecé el brazo torcido, lo puse en el bolsillo del mameluco para no estropearlo mas y seguimos implantando hasta terminar. Despues manejé el viejo Falcon hasta un campo en el que estaba inseminando. Cuando llegué le pregunté a Cacho, el encargado
-¿Y Cacho? ¿Salió alguna?-
-¡Sí! Tenemos dos.-
-¡Uh! Vamos a hacerlas rápido porque ando con el brazo recién quebrado-
-¿En serio? ¿Y si las dejamos?-
-¡Nó! ¡No hay problemas!- Dije haciendome el campeón
La primera vaca la pude hacer bien aunque el brazo me estaba doliendo un poco. Trabajé con la mano del lado fracturado pegada al cuerpo, para manejar el pistolete de inseminar. Pero algo tenía que pasar. Cuando estaba haciendo la segunda del mismo modo, la vaca se tiró al suelo y en el envión, me golpeó y me volvió a desacomodar los huesos. El pobre Cacho, que estaba bastante molesto con que estuviera haciendo ese trabajo, se calentó y abriendo el cepo de golpe me dijo
-¡Dejese de joder Spinelli! Vaya a hacerse atender ¿Como vá a andar así?-
La cuestión es que me subí en el auto, y manejando y haciendo los cambios con la mano izquierda llegué por fin a San Manuel, donde Manolo me hizo la primera atención y en unas pocas semanas estaba otra vez sano y fuerte para seguir en la lucha.


jueves, 2 de julio de 2009

¿Gripe porcina o gripe A?



En estos días he recibido muchas consultas y comentarios relacionados con el caso actual de Gripe A, por lo que decidí reunir esas preguntas, mas otras que yo mismo formulé, y escribir las respuestas lo mas claro posible.

1) ¿Es lo mismo el resfrío que la gripe?
Nó. El resfrío común es producido por un Picornavirus ARN, extremadamente mutante en la naturaleza (ya se han tipificado mas de 90 variantes antigénicas), con tropismo por la mucosa respiratoria humana. El resfrío tiene una muy alta morbilidad (enfermos sobre el total de la población) y practicamente nula letalidad (muertos sobre enfermos). Suelen presentarse signos de reacción alérgica asociados con el resfrío.
La gripe o influenza es producida por un Orthomyxovirus del cual se han tipicado 3 tipos, denominados A, B y C. La gripe humana es producida por el tipo A (solo en muy contadas ocasiones por el B). A su vez, el tipo A tiene muchos subtipos diferenciados por la clase de proteína de superficie de la pared viral. Hay en esta pared dos proteínas características, la Hemaglutinina (hasta el momento se encontraron 16 variantes H1 a H16) y la Neuraminidasa (se encontraron 9 variantes N1 a N9).
La gripe humana es producida por los subtipos H1, H2 y H3 combinados con N1 y N2.
La combinación H1N1 ya ha circulado antes en la población humana provocando incluso dos pandemias, la de 1918 y la de 1997.

2) ¿Ha habido otras pandemias? ¿Fueron mas graves?
Desde comienzos del siglo XX hasta la actualidad ha habido 5 pandemias. A la primera, en 1918, llamada Gripe Española, la provocó un virus H1N1 muy agresivo, que encontró una población sin memoria inmunológica, y dejó un número de muertos no muy precisado, pero que se estima entre 40 y 100 millones de personas en todo el mundo.
En 1968 hubo una producida por el virus H2N2 con menos víctimas fatales. En 1977 una pandemia por H3N2 tampoco demasiado grave y la de 1997 otra vez por H1N1, que encontró una población con memoria inmunológica (como ahora) y fué muy leve.

3) ¿Por que se llama Gripe A?
Porque está implicado el tipo A del virus.

4) ¿Por que se llama Gripe Porcina?
Hay que aclarar un punto antes. Cuando el virus ingresa en el arbol respiratorio animal o humano, se fija en la membrana de las células mucosas sobre receptores específicos. Allí comienza el proceso de endocitosis que le permite ingresar en la célula para cumplir su función vital. Cada especie tiene receptores algo diferentes por lo que hay virus de Influenza propios para cada una, pero, como en biología no hay nada tan rígido, en algunos animales, por ejemplo en el cerdo, hay mas de un receptor distinto.
Es así que los cerdos pueden infectarse con virus humano y porcino.
Despues de la Gripe Española, se encontraron virus H1N1 en cerdos de granjas norteamericanas y a partir de allí, el virus de la influenza ha circulado por ambas especies haciendo dificil saber en cual se origina una nueva pandemia. Hay trabajos que dicen que el cerdo es reservorio del virus, y otros estudios demuestran que los pobres puercos se contagian de los humanos enfermos ¿Será como el asunto del huevo y la gallina?

5) ¿Que pasó con los cerdos en los que se detectó Gripe A este mes?
Nada. Como ya explicamos, el virus H1N1 puede infectar humanos y cerdos indistintamente. En este caso, ocurrido en mayo ppdo. en un criadero del norte de la Provincia de Buenos Aires en Argentina, la infección paso de dos operarios que tuvieron la enfermedad, a algunos de los 5500 cerdos de la piara. En estos animales la infección cursa con signos respiratorios leves, tanto que cuando SENASA tomó intervención en el asunto, ya los animales no tenían sintomatología (comunicación oficial de SENASA a los laboratorios veterinarios).
Los cerdos tienen receptores para el virus porcino en la membrana de las células mucosas, formado por acido siálico unido a galactosa por uniones a 2,3, y para el virus humano con una estructura semejante, con uniones a 2,6. Esto hace que puedan ser infectados por ambos agentes patógenos.

6) ¿Se puede consumir carne de cerdo sin riesgo?
No es tan facil decirlo. Se ha demostrado que el virus puede sobrevivir en los tejidos del cerdo bajo congelación hasta 10 días.
De todas maneras es enormemente mas probable contraer Influenza por contagio humano que porcino.

7) ¿Que son las letras H y N que identifican al virus?
La H es la inicial de la palabra Hemaglutinina y la N la de Neuraminidasa y los subíndices despues de estas letras, indican el tipo de proteína del virus en cuestión.

8) ¿Que especies pueden tener la Influenza?
Padecen también Influenza practicamente todos los mamíferos (incluso los marinos) y las aves. Las aves tienen la particularidad de ser los únicos animales en los que se han aislado todos los subtipos posibles del virus.

9) ¿Que diferencias hay con la Gripe aviar?
La Gripe aviar es producida por el virus H5N1, que se produjo al recombinarse uno de origen aviar con otro humano, en un pasaje por los cerdos.
Este virus es altamente letal en el humano (alrededor de 90% de los enfermos mueren) pero no se ha demostrado que haya contagio entre personas. Esta posibilidad fué lo que provocó tanto temor en 2006. Los humanos solo contraen Gripe aviar por contacto con aves enfermas y de allí los sacrificios masivos de aves en algunos países asiáticos.

10) ¿Que características tiene el virus en esta pandemia?
Si bien se trata del mismo H1N1 que afectó la población en muchas ocasiones, hay algunas diferencias estructurales en el mismo con respecto, por ejemplo, al H1N1 de la pandemia de 1918.
En el caso actual es un virus altamente trasmisible que al afectar a la población provoca gran morbilidad (enfermos sobre la población) y muy baja letalidad (muertos sobre los enfermos). La morbilidad final solo se sabrá cuando pase la pandemia. Hay opiniones de expertos que varían entre el 20 % y el 60 % de la población. Se estima que en 1918, el 90 % de la población mundial tuvo contacto con el virus.
La letalidad es extremadamente baja por acción del virus per se. Puede llegar a ser fatal produciendo neumonitis insterticial y sobre pacientes inmunodeprimidos.
Los casos graves se producen en su mayoría por acción concomitante de otros virus patógenos y por complicación bacteriana secundaria.

11) ¿Que produce en la persona infectada?
El virus ingresa por boca o nariz, se fija sobre la membrana de las células mucosas en receptores específicos, formados por acido siálico unido a galactosa por uniones a 2,6, es fagocitado por la célula (endocitosis), se libera en el citoplasma y allí comienza a codificar la síntesis de las próteínas específicas de miles de nuevos virus. Una vez formados, son rodeados de parte de la membrana celular de la célula y expulsados al exterior dejando muerta a la pobre célula que les sirvió de soporte, recomenzando entonces el ciclo en nuevas víctimas.
Esta forma de actuar obviamente debilita las mucosas y deja el campo libre a la colonización de otros virus y bacterias oportunistas.
Se ha publicado que hay algunas diferencias en los signos observados en personas con gripe común (por H3N2) y esta nueva, pero no hay que confiar demasiado en esto, ya que la respuesta a la infección varía mucho entre los distintos sujetos.

12) ¿Hay individuos que tienen mas riesgo?
Sí. Los ancianos, niños e inmunosuprimidos. El caso de las embarazadas tiene la complicación de la forma de encarar el tratamiento, ya que hay algunas drogas contraindicadas en la gestación.

13) ¿Cuanta gente puede contagiarse?
Ya dijimos que en 1918 se estima que el 90 % de la población humana estuvo en contacto con el virus. En la actualidad se estima que la difusión será menor. En Mexico, donde el pico de la pandemia ha pasado, se han confirmado alrededor de 8500 infectados y 92 muertos.

14) ¿Cuanto durará el problema?
La duración del problema depende de factores propios del virus y de otros ambientales.
Personalmente estimo que el virus se extendará rapidamente por una gran parte de la población. Tal vez en dos o tres semanas mas (hasta fin de julio) y a partir de entonces irá bajando el número de casos nuevos.
Un factor ambiental que complica el problema es la temperatura ambiente. El frío suele favorecer la persistencia de enfermedades respiratorias de distinta etiología en la población.
Combinando estos dos conceptos, es muy posible que a partir de agosto la situación mejore y que a mas tardar en primavera esto solo sea un mal recuerdo del que se deberá aprender mucho.

15) ¿Los enfermos se curan?
Sí. Un gran porcentaje cura en forma espontánea (sin tratamiento), algunos con tratamientos leves y ambulatorios, y otros con tratamientos específicos con antibióticos y antivirales.
El antiviral de elección es el oseltamivir cuyo mecanismo de acción es bloquear la acción de la neuraminidasa, que participa en la liberación del virus a partir de la célula huesped. Otra droga del mismo grupo es zanamivir.
Hay otro grupo de drogas, los adamantanos (amantadina y rimantadina) que aparentemente no son tan eficaces contra este virus.

16) ¿La vacunación es eficaz?
Sí. A pesar de que no hay vacunas que incluyan especificamente antígenos del H1N1 de la actual pandemia, los antígenos contenidos en las vacunas comerciales (que se actualizan una vez por año en cada hemisferio) otorgan protección cruzada contra este virus. Se estima que la protección varía entre el 70 % y el 85 %.

17) ¿El haber enfermado deja inmunidad en el sujeto?
Los datos son contradictorios. En estudios de pacientes que tuvieron gripe en otras ocasiones se estima que la duración de la inmunidad varía entre 3 o 4 semanas, hasta 5 o 6 meses.
Hay otras opiniones de expertos que afirman que el paso de un virus Influenza en una población animal o humana deja una memoria inmunológica que mitiga los efectos de nuevas infecciones. ¿Cual será la verdad?

18) ¿Que se puede hacer frente a esta pandemia?
Se deben tomar medidas generales que corresponde dictar a las autoridades sanitarias. Debe haber allí un criterio de acción unificado. Indicaciones claras y precisas y centralización de la información sobre afectados leves y graves en todo el país puede bajar la histeria colectiva de una sociedad inundada por comentarios de todo tipo. Hoy hablan desde los científicos hasta los iluminados (periodistas, enfermos, parientes, comunicadores) creando un fenomenal desconcierto.
Es interesante recordar algunas medidas particulares frente al problema. Son cosas simples:

* Mantenerse fuerte tal vez sea la mejor recomendación. Comer bien, estar limpio, abrigado y dormir lo necesario mantiene fuerte el organismo y altas las defensas
* Evitar posibilidades de contagio. Esto es casi imposible por mas que se usen barbijos (no detienen al virus), aunque no haya besos y toques entre individuos, aunque se use alcohol hasta el cansancio y se cumplan cuantas recomendaciones circulan. De todas maneras, es verdad que se reduce en parte la difusión del agente.
La prestigiosa revista inglesa New Scientist agrega algunas curiosidades con respecto a este punto. Recomienda también:
* Hágase rico. Está demostrado que en todas las pandemias, las personas de mayores recursos fueron menos afectadas.
* Hágase indispensable. Si usted es presidente, ministro o alguien importante en cualquier esfera tendrá mejor acceso a los sistemas de salud.
* Tenga antibióticos a mano. Incluso en la pandemia de 1918, mas del 60 % de los muertos lo fué por neumonía bacteriana.

19) En cualquier emergencia, desde un incendio, un accidente hasta una pandemia, hace falta alguien que dé certezas. Eso tranquiliza y ordena. Hoy no veo quien lo haga.

Lo que se viene

  Me pasa muy seguido de querer ponerme a escribir notas, artículos técnicos o relatos, tal como hago desde hace muchos años, y encontrarme ...