lunes, 29 de noviembre de 2010

Vuelven los zorrinos

Recorriendo el blog, me encontré con un montón de comentarios en la nota "El aroma de los zorrinos" que publiqué hace algunos meses. Pido perdón a todos los que escribieron ya que hasta ahora no tenía un aviso de comentarios en notas anteriores (ya lo puse), y por eso les habré parecido un desgraciado desatento que no contesta preguntas, pero eso no es verdad...¡Soy peor!
No hay un mercado legal de compra-venta de zorrinos, así como no lo hay para otros animales silvestres. Si hay tráfico ilegal de los mismos.
En mi caso, y como saben que yo los opero con relativo exito, mucha gente del campo que agarra algún pichón me lo trae para "desodorizar". Lo he tomado como un trabajo cualquiera.
Por eso, para los que preguntan como conseguirlo les recomiendo que si tienen algún conocido en el campo le pidan que cuando los perros maten alguna zorrina, les traigan el o los pichones y despues de algunos días de adaptación los hagan operar. Van a disfrutar de una linda y activa mascota.
Los pichones abren los ojos alrededor de los 18-20 días de vida. No tengo una total precisión en este dato ya que lo he inferido del tiempo estimado de vida de las crías cuando las agarran, y del tiempo que pasa luego hasta que los abren.
Con respecto a la operación de extracción de las glándulas fétidas o hedentinas, a continuación van algunos dibujitos muy simples con los detalles. Son los mismos de la publicación que hice en el nº 33 de la Revista Pet´s Ciencia.
Para la anestesia utilizo 5 mg/kg de Xilacina y 20 mg/kg de Ketamina, aplicados juntos en una misma inyección por vía subcutanea. Tengan cuidado al ajustar la dosis porque estos animales son muy livianitos, y otro punto a tener en cuenta es que metabolizan la anestesia muy rápido por lo que solo contamos con unos 15-20 min para operar, o tendremos que dar alguna dosis adicional de aquellas drogas. Luego se hace una incisión de piel en U, tal como se vé en el primer dibujo, por detras del orificio anal.

Aparecen entonces ambas glándulas, de color rosado. Se toma la piel con pinza Pean y se tira hacia craneal del animal hasta producir la eversión de las mismas.


Se toma la primera de las glándulas y se divulciona del tejido circundante, cuidando de no lacerar el recto ni el conducto de drenaje de la glándula. Se repite la maniobra con la otra.

Una vez logrado esto, se ligan ambos conductos y se retiran las glándulas, pinzando tambien en proximal del mismo para que no haya pérdida de contenido.
Finalmente se repone la piel y se sutura con puntos simples separados entre 8 y 10 mm.

Como verán es una técnica muy sencilla y que les dará buenos resultados ¡Suerte a todos!




domingo, 28 de noviembre de 2010

Una definición justa

Tuve un residente-aprendiz que solía encontrar definiciones insólitas de las cosas menos pensadas.
Una mañana de verano se bajo a abrir una tranquera. En la camioneta quedamos el otro residente y yo. Las ventanillas bajas. De pronto se oye el ruido de chapoteo de la orina en la tierra reseca y el bandido que larga una risa y dice:
-¡Ah! No debe haber cosa mas linda que acariciarle el lomo con el dedo gordo mientras el chorro hace un pocito en la tierra

sábado, 27 de noviembre de 2010

No contaban con mi astucia


Como la mayoría no cree que los animales hablan, andan comentando por ahí lo dificil que debe ser la tarea del clínico para resolver casos complicados. Además tenemos en contra que cuando el problema se dá por una chambonada del encargado o del mensual, tratará de confundirnos de mil maneras y protestará hasta el cansancio diciendo que el animal "apareció así".
Y entonces empieza la tarea del astuto revisador, que charla de bueyes perdidos con el hombre, mientras vá apuntando mentalmente hasta los mínimos detalles y largando preguntas filosas como al descuido, para que el involucrado no se repliegue.
La vaca que ven arriba presentaba una descarga nasal de moco sanguinolento cuando se la llevó al tambo para ordeñar, antes de las 4 de la mañana. El tambero preguntó al boyero que había pasado y este le dijo que "la encontró así". Me llamaron.
Llegué despues del ordeño y la vaca me miró compungida pero no dijo nada. Empecé a recolectar datos clínicos con cuidado. Cuando me pongo a hacer percusión sobre la cara, el ruido Toc Toc hueco, de los senos frontal y nasal, en un momento se transformaba en un sonido Tac Tac mate, indicando que había una colecta. Los que me rodeaban también lo percibieron y se notó la confusión del boyero que de pronto "se acordó" de que la parcela donde habían pasado la noche las vacas tenía unos árboles, y en la oscuridad dos o tres de ellas se golpearon con las ramas.
¡Aja! Pensé yo ¡Se te está aflojando el catarro pibe!
-¡Y sí! Esta vaca tiene un golpe muy fuerte sobre la cara- Dije de pronto -Pero no es grave. Vá a andar bien- Eso alivió la tensión del momento y cada uno partió para sus tareas. Yo quedé solo con la tipa aplicandole algunos medicamentos.
-¡Por fin se fueron!- Exclamó la vaca -¿Sabe de que es el golpe dotor? El bestia del muchachito nuevo que emplearon, me dió con el cabo del rebenque, porque cuando llegó apurado a la parcela yo tarde mucho en levantarme ¿A usté le parece?-
-¡Y no! La verdad que no me parece bien, pero ya lo vamos a arreglar, quedate tranquila-
Antes de despedirme, charlé un rato con el tambero a solas, y le encargué que vigilara mucho al boyero porque el golpe parecía de un palo a propósito.
La vaca me saludo revoleando la cola agradecida.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Estudiar requiere esfuerzo

Estudiar y aprender requiere un esfuerzo mas o menos grande de acuerdo a la capacidad de cada uno, pero la vida se ha vuelto tan interactiva y novedosa con la explosión de las comunicaciones globales, que vá quedando poco espacio para la idea del esfuerzo y el sacrificio. Todo debe ser rápido, alegre, colorido y si es facil mejor. Pero hay algunos datos que nos hacen pensar.
En el célebre Instituto Tecnológico de Massachusetts, el MIT, ingresan alumnos sobresalientes de decenas de otras escuelas de los Estados Unidos y el resto del mundo. Y como son tan brillantes, se los usa para probar novedosas técnicas pedagógicas.
Hace un tiempo permitieron que los estudiantes tuvieran sus computadoras personales en clase y es así que mientras el docente habla y explica sus temas, ellos, chatean, escriben mails, leen páginas de todo tipo y supuestamente siguen la charla del profesor.
En una encuesta previa, la abrumadora mayoría de los jóvenes dijo sentir que pueden hacer varias tareas intelectuales a la vez sin perder concentración…¡Y parece que les creyeron nomás!
Pero la sorpresa llegó al final del primer año de implementada esta práctica de boludear en clase (que me perdonen los genios del MIT). Se diseñó una prueba que exigía resolver tres cosas a la vez y los resultados de los evaluados fueron muy malos si se los comparaba con los de personas que se concentraban de a una cosa por vez.
¡Y debe ser así nomás! Parece que es posible desempeñar simultaneamente tareas muy superficiales como hablar por teléfono y leer o escribir algo, pero cuando se requiere profundidad de pensamiento, hay que dejarse de jorobar y pensar o estudiar exclusivamente.

martes, 16 de noviembre de 2010

¡Va a ser para macana!

Caminó al tranquito desde el corral hasta la casa. Se sacó el sombrero y se tomó un trago de agua en la bomba antes de entrar.
-¡Que calor viejo!- Le dijo Aurora mientras revolvía un estofado bien caldudo como le gustaba a Nicanor -¿Ya se fue el patrón?-
-¡Sí! ¡Salió hace un rato! Se iba para el otro campo y después a Mar del Plata ¿Sabés qué? Me dijo que va a poner equipos de radio en los dos campos y encima, desde “Los Eucaliptus lo van a poder llamar a él a Mar del Plata ¿Qué bárbaro no?-
-¿Bárbaro?- Contestó enojada Aurora -¿No te das cuenta que eso es para tenerlos más controlados? ¡Acordate que eso va a ser para macana!-
Eran épocas en que la radio era lo más moderno para comunicarse. No había teléfonos celulares y la telefonía fija no andaba muy disponible por la zona de San Manuel.
Y así fue. A los pocos días cayó gente de Tandil a instalar las torres para las antenas y casi sin notarlo, los dos campos quedaron a tiro de micrófono.
Al principio Aurora no quería hablar, pero de a poco le perdió el miedo a la cosa y empezó a tener algunas charlas con Martita, la mujer del puestero de “Los Eucaliptus”. Y pronto fueron las mujeres las encargadas de los equipos y de pasar todas las noticias y novedades, mientras los maridos tomaban mate y las dejaban hacer.
Un día llegó temprano Don Alberto a “La Concepción”. Venía enojado vaya uno a saber por que cosas, y en cuanto entró le pegó un reto grande a Nicanor porque había dejado unas varillas del alambre desarmado sin juntar. Y enseguida nomás le preguntó a Aurora porqué no ponía algunas flores para arreglar un poco la casa que parecía un chiquero. Nicanor siempre se tomaba estas cosas con calma, pero Aurora se calentaba mucho, así que en cuanto Don Alberto salió para “Los Eucaliptus”, agarró la radio y dijo mas o menos así:
-¡Atento! ¡Atento Los Eucaliptus! ¿Martita? Allá va el viejo hijo de remilp… Guarda que anda alunado ¡Me quedé con ganas de mandarlo a la mierda!
Lo que no sabía Aurora era que Don Alberto también tenía una radio en la camioneta y oyó clarito toda la charla.
Al otro día apareció Nicanor por San Manuel buscando trabajo.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Sin apuro

Estos días son de trabajo muy intenso. Es un continuo ir y venir de campo en campo, curando y operando animales grandes y pequeños. Pero ayer pasó algo inesperado. Llegué muy temprano a una estancia donde tenía que revisar un lote de vacas, y resultó que la noche anterior habían salido de apuro, por un tema de salud, hasta el pueblo de Juan N. Fernandez, y no alcanzaron a avisarme que se suspendía la tarea.
Así que me encontré con un hueco de tres horas en una mañana llena de sol y verde de primavera.
Arranqué la vuelta medio fastidiado, pero a poco de andar, empecé a ver los campos y por allá una perdiz colorada bien gorda que se escondía en unas matas.
Preparé la vieja escopeta calibre 28, y me bajé despacio. Caminé unos cuantos metros hasta el lugar donde había desparecido pero ya no estaba ahí. Las coloradas suelen irse agachaditas, muy lejos del lugar donde las vemos esconderse, así que seguí buscando, alejándome de la camioneta.
De pronto el barullo del animal despegando y yo que le apunto con cuidado. Enseguida el revolcón de plumas en el aire y el cuerpo que cae en un trigo verde.
Dejé la escopeta y corrí al lugar tratando de no perderlo de vista.
Y allá la encontré. Me puse a pelarla antes de que se enfriara y entonces sí, me volví contento al pueblo y me preparé un exquisito guiso de arroz con perdiz… ¡Ah! Y lo pasé con un buen tintillo.
¡A veces son buenos los cambios de planes!

lunes, 8 de noviembre de 2010

El novillo operado

Este domingo estuvo muy bravo por los campos de la zona. Mucho gris, viento, lluvia, azotes de agua, y yo sentado un rato largo frente a una tranquera, esperando que abrieran para entrar a atender un caballo empachado.
Apenas paré el motor se me vinieron al humo unos cuantos novillos curiosos. Lindos novillos careta, que se me quedaron mirando desde el otro lado del alambre. Por fin uno me hizo señas con el morro de que bajara la ventanilla y me saludo cortésmente:
-¿Cómo anda dotor? ¿No se acuerda de mí?-
Lo miré con cuidado pero no le encontraba ninguna señal que lo diferenciara del resto.
-¡La verdad que no! ¿De dónde nos conocemos?-
Los compañeros se rieron con estúpida risa bovina y se burlaron…-¡Viste que no se iba a acordar! ¡Y vos que siempre te agrandás diciendo que sos amigo del dotor!-
Ya interesado en el tema y sospechando por donde venía la cosa, le pregunté si no sería el operado de la vejiga. Los demás enmudecieron y el candidato infló su pecho gordo lleno de orgullo -¡Sí! ¡Soy yo!- Afirmó el soberbio animal que ahora debe pesar unos 490 kilos –Mire que lindo me quedó el trabajo de atrás- Y dándose vuelta me hizo ver la uretrostomía debajo del ano, por donde orinaba sin dificultad.
Pronto estábamos conversando animadamente acordándonos de aquel día.
Me llamaron porque el pobre estaba, como “inflado”, y al correr se oía claramente un sonido de chapoteo. Al revisarlo comprobé que tenía una obstrucción completa de la uretra, que hizo que fuera reteniendo orina hasta que su vejiga literalmente estalló. La operación consistió en hacer una sutura a ciegas de la vejiga metiendo ambas manos en una incisión en el abdomen, luego vaciar de orina toda la cavidad, y finalmente abocar la salida de la uretra hacia una herida en el periné.
Y allí estaba el candidato, casi un año después, vivito y coleando y muy contento de estar vivo.
Lo que no sabía es que la próxima semana lo cargarán en un viaje hacia la comunidad europea, pero que no será de placer precisamente, ya que lo hará en forma de dos bonitas medias reses.
¡Cosas que pasan a los vivos! Decía Cacho, un encargado de una estancia cercana.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Otra mirada

Si uno anda todo el día en el campo se acostumbra a tender la mirada a lo lejos. A disfrutar los paisajes y las cosas a la distancia. Pero hay algo lindo para probar, y mostrarle a los chicos que nos acompañen, que es la otra mirada. La mirada de lo pequeño.
Para eso hay que buscar algún matorral con yuyos y plantas varias, y sumergirse ahí. De pronto vamos a encontrar un mundo chiquito lleno de vida. Mirando de cerca entre los tallos y la tierra iran apareciendo, mientras nuestros ojos se enfocan en la nueva realidad, montones de bichitos de colores, flores diminutas, gusanitos, arañas, mariposas, bichos bolita, vaquitas de San Antonio y tantas cosas asombrosas.
Es cuestión de acostumbrar la vista. Así como al pasar del sol brillante a la penumbra precisamos algún rato, para lograr la otra mirada hay que hacer algo de fuerza. Pero vale la pena. Hay mucho por disfrutar.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Ese pedo

Si hay un hombre aficionado a los caballos ese es Severiano Acosta. Trabaja desde joven en la Estancia La Alegría, cerca de San Cayetano, y ahí se hizo hombre aprendiendo todo lo que sabe del viejo Pepino Fernandez, ya fallecido, pero vivo en el recuerdo de la gente de a caballo de la zona.
Ese día, Severiano tenía que llevar la tropilla hasta el 4, un potrero bien empastado donde los caballos podrían engordar a su antojo. Iba a pasar por la costa del Río Quequén. Ensilló temprano con dos peones más, y acomodó los overos que había ido juntando con tanto esfuerzo.
Salieron al galopito. Él llevaba del cabresto a la madrina, una lobuna malacara que era su crédito. El pasto húmedo de rocío y el sol que despuntaba los puso contentos.
Pero de pronto, entre las pajas altas de la costa, se levantó un avestruz que estaba empollando, y abriendo grandes los alones se les vino encima. La lobuna se sentó, le quitó la soga de las manos a Severiano y cuando se vió libre, disparó costeando la barranca del Quequén seguida por los overos.
Y allá se fué la tropilla en loca carrera, con la gente por detrás. Y de pronto lo peor. Uno de los caballos que corría mas cerca de la barranca, perdió pie y dándose vuelta en el aire, cayó de cabeza en la orilla del río, tres metros mas abajo. En el golpe se torció el cogote, y largando tremenda ventosidad por sus partes, pegó dos patadas y se murió.
Severiano, hombre conocedor del caballo, miraba todo desde lo alto. Y como sabía tanto, se dió vuelta hacia sus compañeros y les dijo gravemente: -¡Dejenló muchachos, no hay nada que hacer, ese pedo no fué natural!-

Lo que se viene

  Me pasa muy seguido de querer ponerme a escribir notas, artículos técnicos o relatos, tal como hago desde hace muchos años, y encontrarme ...