jueves, 26 de diciembre de 2013

El año teatral

Ayer terminó la actividad teatral del año. Volvimos a presentarnos con “Los Timoteos”, armamos la obra de fin de año de los egresados del secundario, hicimos el espectáculo de la escuela 27 y rematamos con el pesebre viviente en la plaza del pueblo.
Pasó de todo. Justo el día del debut con “Los Timoteos” en San Manuel, presentando “La herencia de los Pérez”, y a 10 minutos de abrir el telón, nos avisan por teléfono que habían asesinado al intendente de nuestro Partido de Lobería, y a otra persona que lo acompañaba. Obviamente hubo que suspender todo y empezar fatigosas negociaciones para conseguir otra fecha en el Club. Después, nos invitaron a dar la obra en Balcarce. Trabajamos mucho para hacer todo, publicidad, traslados, contactos con la ONG con la que colaboramos, y otras menudencias. Por fin llegó el sábado de la actuación, prevista para las 21.00 hs., pero ya les dije que el año vino complicado. A las 20.00 hs se desató sobre Balcarce el peor temporal de viento, lluvia y granizo en muchos años. Los bomberos no daban pie con bola y recomendaban a la gente no salir a la calle. Hasta el teatro se llovió. De todas maneras, y ya que estábamos ahí, hicimos la obra, pero para unas 70 personas, cuando ya habían vendido alrededor de 200 entradas anticipadas.
Con el trabajo de los chicos del secundario, las cosas se hicieron al límite con los tiempos, y como el mismo día de la presentación egresaba mi hija mas chiquita del Jardín de infantes en Mar del Plata, no llegué a San Manuel a tiempo para acompañar a los chicos en la dirección del espectáculo.
La obra de la escuelita 27 fue muy divertida, pero tuvimos que demorar más de una hora el comienzo porque uno de los actores, empleado rural, reventó una goma del auto cuando viajaba para el pueblo, y se le complicó el cambio de la rueda porque no le andaba el crique. Encima se quedó en un lugar sin señal en el teléfono. Por suerte, y después de pedir varias veces al público que tuviera paciencia, el muchacho pareció y todo salió bien.
Y ayer repetimos el pesebre. Es un trabajo muy intenso donde colabora muchísima gente y creo que tiene uno de los puntos más fuertes con la representación del parto de la virgen, mostrado de manera muy sutil a través de luces y sombras,  Pero como no podía ser menos, en esto también nos pasaron cosas imprevistas. En un momento, Jose y María llegan al pesebre de Belén, después de mucho peregrinar y allí hacemos lo del nacimiento, pero el muchacho encargado de bajar una especie de telón de liencillo que cierra el frente del pesebre, esta vez quedó detrás de unas telas que no lo dejaban calcular bien lo que pasaba ¡Y bajó la tela antes de que entraran los protagonistas al pesebre! Después de algunas dudas que el público ni siquiera notó, el espectáculo continuó hasta el momento en que brilla la estrella de la Anunciación. Esto lo hacemos encendiendo una bengala de uso marítimo que hace una hermosa luz en el cielo mientras se consume. Esta vez la izamos en un poste muy alto con tanta mala suerte que el fuego de la bengala quemó el hilo plástico que la sostenía y antes de que se apagara la luz, la bengala cayó directamente a los pies de algunas damas espectadoras que imaginaron que era una estrella ¡Pero fugaz! Terrible momento que pasó sin contratiempos y que dejó material para las risas y comentarios.

¡En fin! Un año teatral complicado pero con la satisfacción de que la gente disfrutó mucho con nuestras cosas.    

Lo que se viene

  Me pasa muy seguido de querer ponerme a escribir notas, artículos técnicos o relatos, tal como hago desde hace muchos años, y encontrarme ...