viernes, 10 de febrero de 2017

El cerebro humano

Creo que en algún momento lo he mencionado en este blog. No estoy seguro. Hay una teoría que intenta explicar el fenómeno de la inteligencia humana, tan “fuera de lugar” en la naturaleza. En esa teoría se postula que el cerebro del hombre escapó al camino natural de la evolución en cualquier especie, al establecerse la vida en sociedad. Se formó el llamado bucle retroactivo.
El humano se agrupó e interactuó cada vez más. Esto supuso nuevos desafíos para la mente, al ser estimulada por el lenguaje y la interpretación de millones de señales emitidas por otros congéneres. Esta exigencia hizo que el cerebro diera un “salto de calidad”, generando nuevas aptitudes en sus usuarios. Esto aumentó las demandas de funcionamiento, lo que a su vez provocó un nuevo salto, y así indefinidamente.
Es muy posible que esta teoría sea cierta.
Por eso genera mucha curiosidad saber qué pasará con los humanos actuales, enfrentados al desafío que supone esta hiperconectividad y sobreoferta de tecnología que no da respiro ¿Cuál será el nuevo cerebro que se está gestando? ¿Cómo serán sus portadores?
Es posible que los cambios no sean muy parejos para los 6 o 7 mil millones de personas del mundo. Seguramente las comunidades mejor nutridas y estimuladas evolucionaran primero. El problema es que el porcentaje de humanos mejor nutridos y estimulados ronda el 20% del total.
¿Habrá un grupo minoritario de individuos portando los nuevos cerebros tecnológicos y una mayoría con un cambio menos? ¿Estas diferencias no generarán más conflictos? ¿Los humanos vivirán mejor?



3 comentarios:

  1. sublime doctor! Un abrazo bien fuerte desde el otro lado del charco.
    Cuidá el cuerpo!

    ResponderEliminar
  2. Hola Pedro!!! Que bueno saber que estás por ahí!!! Te mando un abrazo grande, igual que a Nicolás, que sigue pacientemente con la lectura de estas notas.

    ResponderEliminar

El hombre y el teléfono

  Cualquier empleado de campo, por más rústico que aparezca, anda con su teléfono celular en el bolsillo. La mayoría de los menores de 30 añ...