miércoles, 30 de agosto de 2017

Cuando se quiere se puede





El temporal duró dos días. Cayeron entre 70 y 90 mm de agua y hubo granizo y fuertes vientos. Ayer, Perico Robledo me llamó porque tenía una vaquillona que no podía parir. Lo grave fue que él no podía salir del campo para venir a buscarme, y yo no podía llegar hasta allá en mi camioneta, porque las calles estaban intransitables.
Me quedé trabajando en la veterinaria preocupado con el asunto hasta que, alrededor de las cinco de la tarde, apareció Perico. Me contó que lo habían sacado de tiro con un tractor hasta una parte en que el camino está entoscado, y después dio una vuelta enorme hasta que pisó la ruta y se vino a San Manuel.
En el momento pensé que venía a buscarme, pero la sorpresa fue que en la caja de su camioneta traía la parturienta.

Enseguida buscamos un galpón porque llovía torrencialmente, descargamos la paciente y le hicimos una bonita cesárea. 

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