viernes, 18 de junio de 2010

Mientras la luna miraba

Había una luna llena enorme. La noche era muy fría cuando la lechera parida esa tarde, se cayó por una hipocalcemia aguda.
Llegué al campo enseguida. Le estaba dando el gluconato de calcio mientras conversaba con los dueños y de golpe dejo de respirar.
-¡Se murió!- Dijo el hombre y nadie habló más. La luna creo que se cagaba de risa viendo mi confusión de principiante.
Saqué apurado la sonda de la yugular y afirmé la bota izquierda sobre el hueco del codillo de la finadita y empecé una compresión rítmica. El silencio se cortaba con un cuchillo y yo dale que dale, la verdad que sin esperanzas de nada, pero estirando el triste momento.
De pronto el hombre empezó a insistir con que la dejara nomás. Que al otro día la iban a cuerear. Y que el problema era el guachito. Y como podía reemplazar el calostro. Y todas las pálidas imaginables.
¡Y de pronto el milagro! La vaca se arqueó y abriendo grande la boca dio una enorme bocanada y ¡Comenzó a respirar normalmente! Yo no lo podía creer. Era la primera vez que me pasaba.
Al ratito la enderezamos y en unos minutos se paró y se quedó quietita, dejando que se arrimara el ternero hambriento.
¡Y todos felices y contentos! Hasta la luna.

3 comentarios:

  1. QUE CAGAZO EEEEEHHHH!!!!!
    HAY PEDOS QUE SE PUEDEN OLER DIJO UNA VIEJA.
    UN ABRAZO DOC!!!!!!!!!!!!

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  2. que sorete no!!! me paso con una cuzca la unica diferencia que no se arqueo ..... se quedo durita y el delicado del dueño se me largo a llorar sin consuelo.
    g.m

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  3. Después del resucite de la lechera estás para poner una Unidad Coronaria móvil .
    10 Puntos

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