lunes, 16 de mayo de 2011

Durmiendo al sereno

El otro día conversaba con un amigo y le contaba que nunca dormí en una carpa. Le pareció raro, pero es la verdad. Anduve en casillas rurales cuando trabajé de tractorista, y cuando estuve viajando a caballo, dormía al sereno.
Tendía el recado a un costado del camino entre algunas pajas que me hicieran reparo y me acostaba de lo más contento, bien abrigado con bastante ropa aunque fuera verano, y me tapaba con un poncho encerado que me protegía del rocío de la noche.
Es una gran cosa dormirse espiando las estrellas por el bordecito del poncho que nos tapa hasta la nariz.
-¿Y los días de lluvia?- Preguntó mi amigo
-¡Y ahí pedía permiso en algún campo para dormir en el galpón! ¡La verdad es que nunca me dejaron a pie! Siempre conseguí algún gaucho que me salvara del chaparrón-
-¡Qué bueno!-
-¡Y sí!

1 comentario:

  1. Si te habras dormido siestas aca en la playa HONU BEACH adentro de la carpa,ja,ja,ja,. Del clasico mejor no hablar.........lo ganaron a lo boca siempre haciendo alguna trampa,je,je. abrazo.

    ResponderEliminar

El hombre y el teléfono

  Cualquier empleado de campo, por más rústico que aparezca, anda con su teléfono celular en el bolsillo. La mayoría de los menores de 30 añ...