lunes, 2 de mayo de 2011

¡Lo lindo fue agarrarla!

Era una vaquillona Angus colorado como de 500 kg que no podía parir, y fuimos el último miércoles con Juan para hacer el parto, que al final fue cesárea.
La habían encerrado sola en un callejón de unos 100 metros de largo por 30 de ancho y la tipa estaba hecha una fiera, entre los dolores del parto y el verse sin sus compañeras.
La llevamos a un rincón y nos preparamos para enlazarla. Yo de zurda y Juan de derecha.
De golpe el animal se dio vuelta, miró a lo lejos y se largó a la carrera entre nosotros. Y allá fueron las dos cuerdas que la tomaron limpita del cogote, pero era tal el envión de la parturienta, que por más que nos largamos al suelo para pararla, nos arrastró un montón de metros saltando y balando furiosa.
Cuando por fin nos miró tratando de encararnos, ya Juan había saltado el alambrado y la tenía atada a un poste.
Después hubo que voltearla, manear y operar, pero fue cosa de rutina ¡Lo lindo fue la agarrada!

3 comentarios:

  1. Pialarla uno no...no???? es demasiado pedir,no????

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  2. ¡Que lo parió!... Siempre falta una galleta en la bolsa... JaJa

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  3. ja,ja,ja,ja,ja,ja, Muy bueno!!!!

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