lunes, 5 de octubre de 2015

La cesárea de la yegua y otras cositas


Mientras la revisaba, la yegua levantó la cabeza y me dijo: -¡No va a salir dotor! ¡Corte nomás que estoy muy cansada de hacer fuerza!


Hicimos una linda cesárea y sacamos este potrillo que, al venir con la cabeza hacia atrás, no pudo salir por donde debía.


Al levantarse, la madre lucía esta sutura en su flanco derecho. Me dijo que estaba conforme.


¡Y en esta! Tres días después de la operación todo marcha bien.

Mientras lavaba los baldes en la pileta del lavadero, iba repasando lo que fue el día. Teníamos algunos trabajos programados así que arrancamos bien temprano. Juan salió para La Bodega y yo para el lado de Matienzo. Pero a medida que pasaban las horas se nos fueron agregando urgencias. Lo particular fue que terminamos haciendo partos en tres especies distintas. A la mañana una distocia en una vaca. El ternero presentó bien sus manitos, pero no alcanzó a encajar la cabeza en el canal del parto y hubo que hacer unas lindas maniobras para acomodarlo. Mientras eso pasaba, nos llamaron por una perra Caniche primeriza que tampoco podía parir. Hubo que tomar delicadamente el primer cachorro, muy cabezón y sacarlo con un tirón suave. Después terminó largando otros cinco cachorritos parecidos a su mamá. Llegamos a mediodía, sucios y cansados. A la tarde nos esperaban algunos toros para revisar. La novedad fue que nos volvieron a llamar de urgencia. Esta vez era una yegua la que tenía un parto complicado. Y tan complicado venía que terminamos haciendo una cesárea.
Las distocias en las yeguas son mucho más raras que en otras especies. Los resultados de esta operación a campo no son tan buenos como, por ejemplo, en las vacas. En 34 años de profesión, con la de ayer sumé solo 12. Hasta ahora llevaba 6 éxitos y 5 fracasos. Esta decidirá un empate o inclinará la balanza a favor de la vida.
Todo esto pensaba mientras cepillaba concienzudamente los útiles, sacando hasta el último rastro de sangre.
De pronto escuché una voz conocida. Era Tiger. Mi gato. Estaba sentado en la puerta del lavadero y me miraba hacer.
-¿Cansado?- Me preguntó
-¡La verdad que sí! ¡Tuvimos un día fatal!-
-¡Sí! ¡Los escuché cuando llegaron! ¡Qué manera de andar! ¿No? Tendrían que llevar con ustedes a Pedro Remo unos días, para que aprenda lo que es trabajar fuerte y ganarse la plata con verdadero sudor-
-¿Quién es Pedro Remo?- Le pregunté curioso, sabiendo que Tiger siempre maneja buena información.
-¡Es el dueño de mi primo Bombita! Me contó mi pariente que el tipo andaba sin trabajo y lo contrataron para hacer carteles y viajar a todos los actos de un candidato presidencial-
-¡Pobre hombre!- Dije yo -¡Andará tirado! ¡Sobreviviendo apenas!-
Tiger se rio con su mejor risa gatuna

-¿Pobre? Ese pobre está ganando casi como ustedes, sin hacer nada ¡Es injusta la vida! ¿No?-

3 comentarios:

  1. Como siempre trabajando por tres, tus paciente te lo agradecen.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  2. Muy buena Jorguito !!!!
    Me llamo tu incisión, muy novedosa.
    Un abrazo grande desde Entre Ríos.
    Tomás Trucco

    ResponderEliminar
  3. Hola Tomas!!! Que bueno tener tus noticias!!! Hago la incisiòn allí en el flanco, porque trabajo solo con acepromazina como sedante y luego anestesia local. He ido agregando algunos trucos para la cesárea en yegua que hacen el trabajo bastante fácil. Otro saludo desde San Manuel

    ResponderEliminar

El hombre y el teléfono

  Cualquier empleado de campo, por más rústico que aparezca, anda con su teléfono celular en el bolsillo. La mayoría de los menores de 30 añ...