miércoles, 22 de febrero de 2012

Cruzando la raya

Recién vino el cura del pueblo a comprar alimento para sus gatos.
Me contó que ayer le fue a dar la unción de los enfermos a un vecino del pueblo que está muy jodidito. El hombre rezó mucho. Estaba contento. Cuando se despidieron, lo saludaba con la mano y todo alegre le decía: -¡Me voy padre! ¡Nos vemos!-
-¡Qué bueno! ¿No?- Le dije -¡Irse así de feliz!-
-¡Que te parece! Lo que pasa es que muchos tienen miedo, pero no se dan cuenta que en cualquier momento la muerte nos agarra de la mano y nos lleva-
¡Uh! Que tema.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

El hombre y el teléfono

  Cualquier empleado de campo, por más rústico que aparezca, anda con su teléfono celular en el bolsillo. La mayoría de los menores de 30 añ...