lunes, 11 de febrero de 2013

El reencuentro


-¡Por fin volviste!- Pió Román apenas me vio entrar en la cocina el lunes pasado. Es que me había ido unos días de vacaciones y se nota que el tipo me extrañó.
-¿Cómo anda mi canario gaucho?- Lo salude cariñosamente. Y antes de empezar los mates le di una generosa ración de alpiste para animarlo.
-¿Cómo te fue?-
-¡Barbaro! Recorrí algunos lugares del sur del país que son bien bonitos, me bañé en casi todos los lagos que encontré, salí a correr en San Martín de los Andes costeando el lago Lacar y recorrí una tierra llena de animales de todo tipo como es la Península de Valdez-
-¡Qué suerte!- Dijo Román con un chiflidito suave. Entonces me di cuenta de que estaba contando plata frente a un pobre. Yo hablaba de viajes y él en su jaulita desde que nació. Por las dudas cambié de tema.
-¿Y vos que tal?-
-¡Yo bien! Dijo Román –En estos días las noticias de la radio han sido variadas. Que hubo una gran fiesta porque volvió al país la Fragata Libertad. Que la presidenta anduvo de gira por Asia y no hubo tantas cadenas nacionales así que tuvieron que inventar lo de los tuits para comunicarse con la gente. Que los delincuentes matan dos o tres tipos por día y ya parece cosa común. Que los del gobierno hablan mal de todos los que no están con ellos. Que los precios de las cosas no paran de subir y han ordenado que todo quede congelado por dos meses, y otro montón de sucesos grandes y chiquitos-
-¡Entonces está todo igual, Román!-
-¿Sabés que si?-   

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