lunes, 13 de mayo de 2013

Caso raro


Lucio y Andrea son almaceneros. Atienden una antigua despensa en San Manuel donde se puede conseguir de todo. Es como un supermercado en chiquito, con la ventaja para muchos, de que allí todavía se usa el fiado. Como en el terreno de atrás del negocio hay muchas cosas que pueden ser codiciadas por algún raterito, siempre tienen algún perro grande que les sirve de guardián.
El que ocupa ese puesto desde hace más de cinco años es Tereso, un perro cruza, amarillo y barbucho, tal vez hijo de algún Terrier.
El viernes pasado estábamos volviendo del campo con Juan, y me llamó por teléfono Andrea para pedirme que fuera a revisar a Tereso, porque lo había atropellado con la camioneta.
Casi era de noche cuando llegamos a verlo. Tereso estaba muy caído y tenía la cara sucia con sangre. Mientras lo revisaba, Andrea me contó que cuando ella arrancó su vehículo, los perros del vecino empezaron a discutir con Tereso y en el remolino de mordiscones, el pobre barbucho se fue sobre la rueda y salió golpeado.
Pronto vi que patas, manos, costillas y columna, estaban completas, pero al revisar la cara, me encontré con que ¡Le faltaba el ojo izquierdo! Lo raro era que los huesos de la órbita y los párpados estaban intactos. Solo faltaba el ojo.
-¡Pero Andrea! ¡Este animal perdió el ojo!- Le dije pensando que la iba a sorprender.
-¡Viste Lucio!- Exclamó ella entonces hablándole a su marido -¡Entonces Mercedes tenía razón!-
Lucio se rió, pero yo no entendía como venía la cosa.
-¿Por qué? ¿Qué parte me perdí?- Pregunté
-Lo que pasa es que después de golpearlo, me baje para ver como estaba. El perro salió corriendo para casa, pero Mercedes, mi vecina chusma, estaba viendo todo y me gritó desde su vereda que cuando lo choqué, al perro se le saltó el ojo de la cabeza y que estaba caído ahí contra el cordón. Yo estaba muy nerviosa, así que no le di importancia pensando que me mentía ¡Y si lo voy a buscar vos se lo podrás poner de nuevo!-
-¡No Andrea! ¡No se puede!- Le dije mientras terminaba de curar a Tereso, que me miraba atentamente con el ojo bueno.


2 comentarios:

  1. Pobrecito! y cómo se le puede haber salido el ojo así nomás.como quien le saca un espejo al auto?

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  2. Doc! hay cada caso raro! yo vi uno parecido con un pequines, un mastin lo mordio.
    rarisimo.

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