jueves, 18 de agosto de 2011

La chancha overa

A la chancha overa se le complicó el parto. Fuimos a mediodía y la pobre estaba en un quejido. Además, como era primeriza, también estaba muy asustada. La revisé bien, y como no se había encajado ningún lechon, le apliqué oxitocina para ver que pasaba. A las cinco de la tarde me avisaron que seguía igual así que decidí hacer la cesárea. Hacía un frío de película y soplaba inclemente Don viento sur.

La pobre conversaba sin parar, pero del miedo que sentía. Le dí anestesia local y le hice una bonita incisión en el flanco.


Mientras el dueño sostenía las sogas y le aplicaba el botín derecho en el cuello para calmarla, le fuí sacando las siete criaturas que tenía en el interior. La madrecita los miraba apenas salían y les decía alguna cosita a la pasada.



Después hubo que hacer una elegante sutura, de tal forma que en el futuro no la vayan a discriminar


Y por fin la largamos en el chiquero. Se paró, fué a tomar agua, agradeció vivamente nuestro trabajo y se recostó con sus chicos.










2 comentarios:

  1. ¿la maneas igual que a las vacas? y como siempre con el tema cerdos, muy lindas las instalaciones!

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