jueves, 16 de junio de 2011

Mi cruz de bronce

A los pies de mi cama hay una biblioteca bien colmada. En uno de los parantes de madera tenía colgada una cruz de bronce desde años atrás.
El Domingo de Ramos de 2007, mi hija fue a misa y se trajo unas ramitas de olivo. Una parte se la llevó a su casa y puso un puñado detrás de mi cruz.
El sábado siguiente, plena Semana Santa, me acosté temprano. Estaba solo en casa. Leí un rato como siempre, apagué la luz y me dormí como un potro.
En mitad de la noche, en el silencio de las noches de San Manuel, que solo corta el ladrido de algún perro rezongón, me desperté sobresaltado por un estrépito repentino. Fue un ruido muy fuerte y no podía darme cuenta de donde había venido. Prendí la luz y al principio no vi nada raro, pero en cuanto me incorporé, descubrí mi cruz de bronce caída en el suelo.
Enseguida miré la hora. Eran las 00.02 hs del Domingo de Pascua de Resurrección y mi Jesucito en la cruz se había movido solo.
Estas cosas me impresionan mucho, porque creo que hay algo, mas allá de nuestros límites, así que como mi cruz se había movido sola, decidí llevarla conmigo permanentemente. Me acompañó más de dos años hasta que un día fui a atender un caballo cerca de Bolivar y me dejó.
Simplemente fue así. Nunca me di cuenta en que momento ya no la tuve. Esa mañana la toqué en el bolsillo chiquito del pantalón al vestirme, y a la noche ya no estaba. Llamé al dueño del caballo por si la veía en el corral donde trabajamos, pero nada mas se supo.
Seguro que estará ayudando a alguno que lo precisa más que yo.

1 comentario:

  1. No se habra caido porque quedo mal puesta cuando tu hija le puso atras el ramo de olivo y vos despues te hiciste toda esta pelicula??????
    Yo creo que hay algo tambien,pero lo que se comenta que tiene la oficina en BUENOS AIRES !!!!!!

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