miércoles, 8 de junio de 2011

Sinforoso Benavidez

Sinforoso Benavidez era santiagueño y agrandado.
Lo conocí al poco tiempo de empezar a trabajar en San Manuel, cuando me tocó ir a hacer una necropsia a la estancia donde él estaba.
De entrada nomás, y viendo que yo era nuevito, me empezó a conversar sobre enfermedades de las vacas. Cada cosa que tocaba en el cadáver, el me la describía mientras fumaba un cigarrito, afirmado en el alambrado, y con el taco de la bota enganchado en el segundo hilo.
En un rato hizo cesáreas, pialó potros, me enseñó a poner frutales, a rellenar una bebida y un montón de cosas más ¡Realmente un tipo insoportable!
Y desde esa vez no lo tragué, así que cada vez que iba al campo trataba de esquivarlo. Pero llegó el día fatal.
Me llamó el encargado por un parto y allá fui con Esteban, mi ayudante. La vaquillona estaba encerrada en un corral y mientras me cambiaba, casi de la nada, apareció… ¡Sinforoso!
-¡No puede ser!- Pensé -¡Este santiagueño agrandado!-
Me metí en el corral con el lazo en la mano y en cuanto empecé a revolear, dijo Sinforoso:
-¡Dele mas argolla dotor! ¡Así no la va a agarrar!-
Por suerte la tomé limpita en el primer tiro y la ate al palo sin contestarle. Esteban me guiñó un ojo y yo me puse a hacer la manea para voltearla, pero Sinforoso siguió con el concierto: -¡Mire el enredo de sogas que va a hacer! ¡Yo conozco una manea para voltearlas casi sin hacer fuerza!- Siguió un silencio largo.
La vaquillona se inclinó un poco y cayó de lado, sin que yo tuviera que hacer mucho trabajo. Mi ayudante ahora largó una risa con picardía.
Y se vino el parto. El ternero tenía la cabeza torcida así que pronto se la acomodé y me dispuse a tirar para sacarlo, pero Santiago querido largó su último pronóstico: -¡Ese ternero no sale! ¡Va a tener que hacerle la cesárea! ¿No ve el cacho de manos que tiene?-
Y como cosa de mandinga, en cuanto tensamos un poquito la cuerda, el ternero salió sin dificultad.
Sinforoso pegó la vuelta calladito, y ya se iba todo humillado, pero no pude aguantar más y le grité: ¡Che Sinforoso! ¡Ya que sabés tanto! ¿Porqué no me hacés un pronóstico para el Boca y River del domingo? Y ahí todos largaron la carcajada contenida.
Santo remedio. Desde ese día nunca más me jodió con sus charlas.

4 comentarios:

  1. En todos los sitios hay "Enteraos" mucho saben pero nada dicen, como dice el refran, en todos sitios se cuecen hababas.
    Pero el mayor desprecio es el silencio y pronto se desaniman y se van con el cuento a otro sitio.
    Saludos de Gabriel.

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  2. siempre en algun lugar aparece alguno de esos sabelotodos que te mal predisponen de entrada lo bueno es cuando le cayas la boca,... la joda es si le es erras porque todavia abren mas la jeta.

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  3. Y seguro que como no venia pegando una te dijo BOCA y gano RIVER ,NO???????

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  4. Todavía me río con los comentarios de Gabriel y Gastón. Lo único que no es real de lo que dicen es que Sinforoso pronosticó un enorme triunfo de River y como siempre los papás de Boca les dieron una lección... Ja Ja

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