viernes, 24 de agosto de 2012

Preparativos

Hace dos días que no para de llover. Han caído más de 150 mm en algunos lugares. Se ven campos inundados, arroyos y canales desbordados, casas evacuadas, agua y barro por todas partes, los tamberos trabajando penosamente, con las vacas metidas hasta la ubre en fangales interminables. Todo gris.

Y casi como una cuestión lógica, ayer me llamaron, en pleno chaparrón y estando a punto de sumergirme en una siesta reparadora, para asistir una vaquillona parturienta.

Me preparé para salir con una sonrisa, pensando en esas escenas de película donde el muchachito se va calzando todas las pilchas para salir a asesinar montones de villanos.

Me paré bajo el tingladito donde guardo la camioneta y me saqué los botines camperos. Apoyé con firmeza los pies envueltos en lindas medias azules sobre el cemento húmedo. Con gesto duro me saqué camisa y pulóver hasta quedar en cueros y me calcé un chaleco sin mangas que me deja libre para meter los brazos en las entrañas de una vaca. Enseguida me enfundé el mameluco verde un poco sucio. Es bueno decirlo. Después el pantalón engomado del equipo de agua para completar las partes bajas y cerré con el par de botas de goma, bastante nuevo, que me mantiene las pezuñas secas. Me enderecé, tendí la vista al cielo y con un suspiro me puse con cuidado el saco también impermeable. Para completar la escena, tomé con cuidado la boina roja y me la calcé casi hasta las orejas. Ya estaba listo para enfrentar las aguas.

Sacar el ternero fue una rutina.

1 comentario:

  1. Doc!!! hubiera probado con una zunga. Fácil de poner y de lavar.

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