lunes, 12 de mayo de 2014

Herida de sábado por la noche

Sábado. 10 de la noche. En el Club Atlético había lotería, pero decidí quedarme en casa con los chicos porque lloviznaba y era mejor programa ver alguna película y tomar un buen trago sabatino.
De pronto, unos golpes fuertes en la puerta nos sobresaltaron. Salí a ver. Allí estaba Raúl Benítez, pálido como un azulejo, con los ojos grandotes y la gorra caída sobre la nuca.
-¡Se le salieron las tripas Spinelli!- Fue lo primero que me dijo, obviamente salteando los saludos de rigor.
-¿A quien se le salieron las tripas?-
-¡A la Rosita dotor! ¡La perra del Jefe!-
Mientras íbamos hacia la camioneta, aparecieron los dos residentes que estaban aprovechando la noche del sábado para estudiar. Cuando nos asomamos a la caja de la chata, se nos presentó un tremendo espectáculo. Rosita, una perra Collie adulta, estaba parada mirándonos. Tenía sangre desde la punta del hocico hasta la punta de la cola y en la mitad del abdomen le colgaban varias asas intestinales.
La llevamos en andas hasta la sala de operaciones y la pusimos sobre la mesa de cirugía. Estaba mal. Muy desvitalizada. Le di una dosis lo mas baja posible de anestesia y mientras se iba relajando, la dimos vuelta suavemente y la atamos a la camilla. Debía tener unos 50 cm. de intestino colgando fuera del abdomen, a través de una herida. Todo lleno de pelos, sangre y tierra. Además, el pobre animal se había mordido sus propias vísceras hasta cortarlas.
Los minutos corrían, mientras nosotros limpiamos lo mejor posible el campo. Después tuvimos que hacer una resección del tramo de intestino masticado y unir los extremos sanos del mismo.
La situación lucía mejor. Seguimos con la herida del abdomen, hasta que finalmente todo quedó cerrado y en su lugar. Aplicamos las medicinas necesarias, después la llevamos al lavadero y la bañamos prolijamente, mientras de reojo controlábamos la frecuencia respiratoria.
El pronóstico seguía siendo gravísimo, pero al ver todo más prolijo y aseado nuestro ánimo estaba en alza. Hasta que llegó el dato que faltaba. Cuando la cargamos nuevamente en la caja de la camioneta, que estaba llena de útiles y cacharros del campo, Raúl Benítez corrió un recado para hacer lugar, y allí apareció tirado ¡Un pedazo más de intestino! La tipa ya se había automutilado quitándose unos 20 cm. de tripa a mordiscones, sin que nos diéramos cuenta al descargarla en la oscuridad de la noche.
Realmente pensé que la perra no pasaba esa noche. Creo que el sentimiento fue compartido con los residentes y con Benítez.
Al acostarme, miré un angelito compañero que tengo sobre la mesa de luz y pensé ¡Que sea lo que Dios quiera!
El domingo amaneció también lluvioso. Con poco ánimo marqué el número del campo para recibir, estaba seguro, la noticia de la muerte.
La voz de Benítez sonó de lo más alegre cuando dijo: -¡Es increíble dotor! La Rosita anda caminando. Está animada y ya tomó agua-

Yo tampoco lo puedo creer, pero todavía Rosita sigue en pie ¡Es lindo pegar una cada tanto!

4 comentarios:

  1. Todo trabajo bien hecho tiene su reconpensa, la limpieza en el trabajo y las buenas suturas que le has realizado, porque seguro que no tenias la maquina de coser automática, han hecho el resto, más un poquito de antibiotico y sueros, el resultado resulto optimo. Aunque el agua tan pronto no es una buena medida, pero ya se sabe con los animales.
    Saludos de Gabriel.

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  2. Buen día Gabriel!!! Efectivamente aún seguimos con la sutura manual. El progreso se nos viene, pero caminando lentamente... JaJa De todas maneras Rosita, hoy miercoles, sigue viva y mejorando. Te mando un abrazo grande desde estas sierras

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  3. Excelente historia. Me gustó tanto que decidimos publicarla en el portal Todo El Campo (www.todoelcampo.com.uy), lo que espero no le moleste. Reciba mis saludos y felicitaciones por el blog.
    http://www.todoelcampo.com.uy/espanol/herida_de_sabado_por_la_noche-15?nid=12455

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  4. Quiero agregar que soy editor de ese portal (Todo el Campo) y en otras oportunidades también publicamos algún que otro de sus escritos.
    Me gustaría poder publicar algunos de sus comentarios, no se uno cada semana o cada quince días, si es que usted está de acuerdo, siempre citando la fuente (el blog) y al autor.

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