viernes, 22 de enero de 2016

Arturo y los fantasmas


-¡No se por qué me dicen loco!- Me confesó muy serio Arturo, mientras conversábamos afirmados en el alambrado, esperando que Lucero y Domínguez llegaran con la tropa para revisar -¡Al final, Lucero tiene días peores que los míos! La otra vez se levantó en cueros en la mitad de la noche, y anduvo a los gritos correteando por el monte, jetoneando que era el lobizón, y que la luna llena le hacía ver cualquier cantidad de fantasmas ¡Si eso no es estar loco yo no se que es dotor!-
-¿Y a vos no te hace nada la luna llena Arturo?- Le pregunté para seguirle la charla.
Se rió con ganas -¡Nada que ver! ¿Qué me va a hacer? Para mí que eso es todo un invento. ¡Los fantasmas andan con cualquier luna!-
-¡A la pelota!- Pensé
-¡Che Arturo! ¿Y vos los ves seguido a los fantasmas?-
-¡Más vale! ¡Los veo y converso con ellos! Ayer se me presentó el de Prudencio, el patrón viejo, y me estuvo charlando de algunas cosas que quiere hacer acá en el campo. Me dijo que va a meter más vacas en el potrero de la laguna, y que en cuanto pueda, va a hacer bajar la luz eléctrica. Yo le dije que lo que podría hacer era hablar con Jaime, para que afloje un poco la mano y que sea un patrón más querendón con la peonada, como era él-
Yo lo miraba sin poder creer lo oía. Y terminó:
-Así que yo no entiendo porqué me dicen loco ¡Loco está Lucero que vive hablando boludeces sobre la luna llena!-
-¡Tenés razón Arturo! ¡Hay cada loco!


2 comentarios:

  1. Hola Jorge. Como estas?
    Otra buena historia para tener en el recuerdo.
    Un abrazo.

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  2. ¿Como andás Nicolas? ¡Espero que tengas un buen año 2016! Por acá siempre en la huella con trabajos e historias...jaja

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