miércoles, 25 de agosto de 2010

Bichos trabajadores

Llegué cansado del campo. Me saqué el mameluco y las botas de goma mientras pensaba en que los humanos debemos ser los únicos bichos que trabajamos. No recordaba haber visto animales cansados de trabajar, ni haciendo largas jornadas de monótonas tareas, ni corriendo de un lado a otro por otra cosa que no sea jugar. Y entonces, sin querer, pensé en voz alta: -¡Y sí! Somos los únicos trabajadores- mientras pisaba con las medias, las frías baldosas de la vereda antes de calzarme los zapatos.
Sentí un pinchazo fuerte en un talón y pegué un salto.
Era una hormiga negra que me miraba desafiante con sus enormes ojazos, mientras revoleaba las antenas y sacudía el primer par de patitas. Me estaba diciendo algo. Miré para todos lados para asegurarme de que no había gente cerca, y me agache casi hasta el piso para tratar de entender
-¡Pero que se creen ustedes los humanos! ¡Sinverguenzas!- Gritaba la iracunda fierita.
-¡Avise doña Negra!- Le dije -¿Qué le pasa?-
-Me pasa que lo escuché señorcito ¿Cómo es eso de que ustedes son los únicos que trabajan?-
-¡Ah! ¿Me escucho?-
-¡Claro que lo escuché! Y ya estamos podridos de oír que ustedes son los únicos que trabajan. Y que los pocos animales que lo hacen, son los pobres que han tenido la desgracia de convivir con los humanos. Algunos han terminado con un tipo sobre el lomo como los elefantes, los camellos o los caballos, o tirando carros, o combatiendo delincuentes como los perros de policía, o buscando drogas o cosas escondidas como algunos pobres cerdos…¡Psst! ¡Hay que oír cada cosa!- Terminó la hormiga.
-¿Pero no es cierto eso?- Insistí, aunque viendo que doña hormiga tenía argumentos firmes para retarme.
-¡No! ¡No es cierto! ¡Todos los animales trabajamos! Si por eso se entiende hacer cosas para asegurar nuestra supervivencia ¿O no es eso el trabajo?-
-¡Y si!- Reconocí -Los humanos en definitiva trabajamos para eso-
-¡Y nosotros también! Las hormigas juntamos comida sin parar durante el verano para soportar los fríos inviernos. Lo mismo hacen las abejas. Y cualquier animal que estudien verán que tiene las mismas costumbres. Lo que pasa es que nosotros aseguramos nuestra supervivencia teniendo con qué alimentarnos, abrigarnos y reproducirnos. Ustedes han creado sociedades tan complicadas que tienen que dedicar mucha más energía para poder mantenerse en carrera ¿Por qué no prueban de vivir en forma más simple? Van a ver cómo van a precisar menos desgaste y serán más felices-
-¡Si se pudiera!- Dije yo con la cabeza llena de ideas nuevas.
-¡Poder se puede! Muchos lo han hecho ¡La cosa es querer!-

2 comentarios:

  1. Mirá doc, lo que vos decis es tan cierto, el tema es cual es el punto justo donde uno debe parar, creo que poder ser feliz y disfrutar de la familia es un buen punto de quiebre, osea cuando uno no pudea hacer esto debe replantearce la situación......creo nosé.....
    Un abrazo

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  2. muy bueno el relato, realmente muy bueno, si que trabajan algunos animales....y con respecto a eso, el ser humano trabajador, porque estan los otros jaja,, los que no hacen nada,,, pero en fin, el trabajador que se toma el trobajo como una pasion, a veces, llena su vida de tal manera con eso que no necesita nada mas, y tal vez deja cosas en el camino por eso. tal vez sin darse cuenta en algunos casos y otras sabiendolo, pero es tan apasionante lo que hace que no le importa mucho.pero...en algun momento eso pesa....en realidad seria importante saber combinar, equilibrar, trabajo con otras cosas maravillosas de la vida.
    ( una humilde opinion).

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