El lunes tuve que asistir el parto de la vaquillona que se vé en las fotos. Cuando me puse a manearla para iniciar la tarea, le ví la pulsera en la mano izquierda. Tenía un aro de acero de un rulemán, que seguramente encontró tirado en el campo, y allí lo lucía contenta.
-¿Y esto?- Le pregunté
-¿Y que le parece dotor? Me queda lindo ¿Nó?-
-No sé si lindo, pero llama la atención- Contesté asombrado.
-¡Y cuanto! Todas las chicas del lote me envidian la pulsera de acero-
-¿Como te la pudiste poner? Porque ahora no hay manera de sacarla-
-Resulta que la encontré hace muchos meses en el potrero del bajo, cuando era chiquita, y ahí estuve pisandola un rato largo hasta que entró muy justo por mi pezuña. Una vez ahí ya nunca mas se me salió-
-¡Bárbaro! ¡Me gusta! dije
Y entre charla y charla, le pude sacar un lindo ternerito macho, que al poco rato estaba mamando contento de su mamá "la coqueta".
Este es el segundo intento de dejar un comentario
ResponderEliminarNo causará el ruleman presión tal que se le caiga
la pezuña cual pie de Festuca ????
Ese animalito debería crecer algo y también se engrosaran las manos .
¡Y sí anónimo!Es posible que en algún momento eso empiece a apretar. Habrá que ver como sacarlo. El problema es que ese acero es muy duro. Veremos
ResponderEliminarDoc, a mi me pasó, estabamos haciendole tacto a un lote de vacas Hereford y una de ellas una vez en el cepo dejó ver su pituca alaja y se la pudimos sacar. Flexionando la pezuña hacia abajo y con bastante detergente.....pa que patine jajajajaja. Un abrazo grande!!!!!!
ResponderEliminardoc el anonimo soy Panchotti, se empaco y no me dejaba mandar el comentario con mi nombre.
ResponderEliminarUn abrazo
El último anónimo, no el primero
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