El elenco teatral en pleno. Allí está la maestra, algunos padres y quien suscribe. Actuamos al aire libre y despues cenamos terrible asado, empanadas, pasteles y otras delicias.
Hoy pasé frente a la escuelita del paraje La Bodega. Es una de las tantas escuelas rurales de la zona que fueron abandonadas cuando se implementó el sistema de concentración escolar. Ahora hay micros o combis que hacen largos recorridos para traer y llevar los chicos del campo hasta el pueblo. Viajan en promedio dos horas diarias entre ida y vuelta a sus casas. Algunos más. Esto se hizo pensando en la "calidad educativa", con la idea nunca confirmada de que una escuela de pueblo puede ser mucho mejor que una del campo
Y habiendo conocido el movimiento de esas escuelas de las que hablo, pensaba.
¿Estará bien haber terminado con ellas.?
Creo que nó. La escuela rural es un enorme polo social en cada lugar que está. A su alrededor gira mucho de la vida de la gente de la zona. Ahí se juntan padres siempre comprometidos. Gente que pone tiempo, esfuerzo y ganas para que "la escuela" esté de lo mejor. Organizan asados, domas, rifas. Trabajan con ganas y los chicos se crían viendo eso. Ahí se quedan muchas veces las madres que han llevado sus hijos a clase, a esperar que salgan, para llevarlos de vuelta ahorrándose un viaje, y conversan y toman mate divertidas cerca de los caballos atados en las plantas, o atras de algún sulqui donde viajan varios hermanitos. A veces arreglan el patio y ponen flores, o le dan una mano a la maestra en la limpieza.
La maestra rural es una institución. Se la quiere y respeta, y todos los esfuerzos por ayudarla son pocos.
Hoy nos queda solamente la Escuela de Garrido con tres alumnos, pero hay que ver lo que genera algo aparentemente tan chico. Es conmovedor ser parte de eso. Y lo digo porque hace ya tres años que preparamos una obrita de teatro para la fiesta de fin de curso. Es algo muy bueno.
Y además, salvando cualquier tipo de consideración, creo que cerrar cualquier escuela es un pecado. En educación no caben los cálculos económicos. Siento que debería haber cada vez mas escuelas, no menos.
Y habiendo conocido el movimiento de esas escuelas de las que hablo, pensaba.
¿Estará bien haber terminado con ellas.?
Creo que nó. La escuela rural es un enorme polo social en cada lugar que está. A su alrededor gira mucho de la vida de la gente de la zona. Ahí se juntan padres siempre comprometidos. Gente que pone tiempo, esfuerzo y ganas para que "la escuela" esté de lo mejor. Organizan asados, domas, rifas. Trabajan con ganas y los chicos se crían viendo eso. Ahí se quedan muchas veces las madres que han llevado sus hijos a clase, a esperar que salgan, para llevarlos de vuelta ahorrándose un viaje, y conversan y toman mate divertidas cerca de los caballos atados en las plantas, o atras de algún sulqui donde viajan varios hermanitos. A veces arreglan el patio y ponen flores, o le dan una mano a la maestra en la limpieza.
La maestra rural es una institución. Se la quiere y respeta, y todos los esfuerzos por ayudarla son pocos.
Hoy nos queda solamente la Escuela de Garrido con tres alumnos, pero hay que ver lo que genera algo aparentemente tan chico. Es conmovedor ser parte de eso. Y lo digo porque hace ya tres años que preparamos una obrita de teatro para la fiesta de fin de curso. Es algo muy bueno.
Y además, salvando cualquier tipo de consideración, creo que cerrar cualquier escuela es un pecado. En educación no caben los cálculos económicos. Siento que debería haber cada vez mas escuelas, no menos.
muy cierto..
ResponderEliminarsi...yo fui a escuela rural y recuerdo mi primer dia como si fuera ayer...y tengo 43 años... en ese entonces habia muchos chicos, tres aulas, ja!! y con el transcurso del tiempo, recuerdo que cada vez habia menos alumnos, en 7 mo grado eramos 8. obviamende todos los grados juntos y un solo salon...que recuerdos.
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