Estuve en el sistema educativo universitario durante 19 años. Primero como ayudante alumno, y en distintos cargos después de graduado.
Ayer conversaba con un odontólogo amigo sobre cosas comunes a cualquier profesional, y coincidíamos en lo dificil que es encontrar docentes en nuestras facultades que sepan realmente "de que vá la cosa". Y con esto nos referíamos a que, en general, los profesionales que están metidos en el sistema educativo poco conocen de la vida de un real batallador de cada profesión. Nos hablan de una enfermedad cuando muchas veces no han estado al lado del paciente que la sufre para saber lo que le está pasando, nos cuentan de una determinada técnica cuando no han sentido la tensión del tejido al realizarla, y tantas cosas mas.
Logicamente, aunque los alumnos aún no lo saben, están hablando de entelequias. Y para hacer aún mas grave la cosa, como ellos sí saben de sus falencias, se escudan detras de pomposidades y recursos varios para hacer sentir inferiores a sus alumnos, y si pueden, humillarlos un poquito.
Seguramente no hay muchas cosas para hacer que puedan mejorar esta realidad. Los jurados en los concursos son docentes bien arraigados en el sistema, o alumnos que aún no conocen la profesión, y generalmente pesan mas los antecedentes engrosados con decenas de congresos y jornadas, que la oposición en una clase, donde podrían mostrar sus cualidades docentes.
Y brillan entonces, en cada casa de estudios, aquellos pocos que en sus charlas dejan huellas. Los que detrás de cada afirmación cargan con su propia experiencia. Los que vivieron lo que cuentan.
A estos docentes hay que cuidarlos. Son los que marcan rumbos y señalan caminos.
Ayer conversaba con un odontólogo amigo sobre cosas comunes a cualquier profesional, y coincidíamos en lo dificil que es encontrar docentes en nuestras facultades que sepan realmente "de que vá la cosa". Y con esto nos referíamos a que, en general, los profesionales que están metidos en el sistema educativo poco conocen de la vida de un real batallador de cada profesión. Nos hablan de una enfermedad cuando muchas veces no han estado al lado del paciente que la sufre para saber lo que le está pasando, nos cuentan de una determinada técnica cuando no han sentido la tensión del tejido al realizarla, y tantas cosas mas.
Logicamente, aunque los alumnos aún no lo saben, están hablando de entelequias. Y para hacer aún mas grave la cosa, como ellos sí saben de sus falencias, se escudan detras de pomposidades y recursos varios para hacer sentir inferiores a sus alumnos, y si pueden, humillarlos un poquito.
Seguramente no hay muchas cosas para hacer que puedan mejorar esta realidad. Los jurados en los concursos son docentes bien arraigados en el sistema, o alumnos que aún no conocen la profesión, y generalmente pesan mas los antecedentes engrosados con decenas de congresos y jornadas, que la oposición en una clase, donde podrían mostrar sus cualidades docentes.
Y brillan entonces, en cada casa de estudios, aquellos pocos que en sus charlas dejan huellas. Los que detrás de cada afirmación cargan con su propia experiencia. Los que vivieron lo que cuentan.
A estos docentes hay que cuidarlos. Son los que marcan rumbos y señalan caminos.
Muy Buena la nota!!!! No pase por la facultad,pero no existe la posibilidad de sacar la careta a estos "profesionales solo de libros"???
ResponderEliminarIgualmete que lindo es cuando uno cuenta experiencias vividas!!!!lastima que a veces como hay tanta mentira dando vuelta uno pueda quedar como uno de esos lectores que ponen en boca de ellos lo dicho por el autor!!! Un abrazo!!!
increíblemente ayer hablaba con mi suegro de este mismo tema, y yo le comentaba que casi siempre el docente mas resentido es el que suele darte algún disgusto en algún final com alguna pregunta inesperada, y en cambio los buenos profes te la complican para que uno use la cabeza y aplique junto com los conocimientos EL SENTIDO COMÚN. y te puedo asegurar que son de los que uno mas aprende y mas los recuerda.
ResponderEliminarun abrazo DOC!!!!!!!!!!!!!!!!