miércoles, 16 de febrero de 2011

Lejos de la rutina


Muchos oficios y profesiones tienen la desventaja de ser rutinarios. Y eso cansa. Son pocos los que conservan la alegría y las ganas de hacer la misma tarea por años y años.
Pero la veterinaria es otra cosa. Lo pensaba hoy que volvía de operar una vaca en un tambo.
Nuestra profesión no solo tiene enormes sorpresas diarias, sino que a veces nos llena de malos presagios cuando pasamos 3 o 4 días detenidos por barros y tormentas, y ya parece que nada volverá a ser como antes o, al revés, nos agobia con rachas de trabajo muy fuerte desde que sale el sol hasta la noche, y llegamos a la cama desesperados por descansar.
Casi nada se repite. Cambian los campos y los lugares de trabajo, se renuevan los rodeos y los pacientes, aparecen centenares de mascotas que curar y así se va yendo uno por el tiempo, tratando de crecer siempre y ser cada vez mejor.
Creo que una buena actitud es hacer todos los trabajos que se presenten aunque con muchos no aparezca una recompensa económica. Si no hubiera elegido este camino, hoy no sería capaz de hacer una limpia y segura cesárea en una oveja, ya que su valor es tan bajo que a veces vale lo mismo el animal que los elementos utilizados en la operación. Y así como esto tantas otras cosas, operaciones de zorrinos, castraciones de cerdas o de pollos, tratamientos heroicos en equinos y otros.
Recuerdo cuando me llamaron para ver que se podía hacer para que los Cauquenes reales con que pensaban poblar el lago de los cisnes en Necochea, no se volaran de regreso a sus pagos.
Un colega del Zoológico de La Plata me mandó un papelito con los detalles de una operación para cortar el tendón del músculo elevador del ala, que no quita la apostura ni el valor del animal, pero no lo deja volar más que cortos trechos.
Después de algunas prácticas en pollos y gallinas destinados a la olla familiar, comencé las operaciones de verdad y resultaron un éxito.
Con esto no gané plata pero sí riqueza profesional. Y a esto me refería antes.

1 comentario:

  1. Siempre que leo su blog me saca una sonrisa, es increible como lo cuenta e inspira con sus palabras!y siempre cuando cierro la página me quedo pensando '¿y yo como lo haré?'
    Ojalá que las costillas ya no duelan y pongase mejor doctor!
    saludos y cuidese :)

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Un Veterinario y las Mujeres Guerreras

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