El tipo acepta sus limitaciones.
Cuando uno le pregunta: -¿Por que no estudiaste Cholito?- El contesta divertido que tiene la cabeza como una piedra y que no le entran las ideas.
Encima le gusta hacer rabiar a Orlando, su jefe, cada vez que trabajan en la manga.
Un día estábamos haciendo tacto a un lote de vacas. El loco Mariano encerraba, Orlando iba anotando los números, yo revisaba y el Cholito Mendía boqueaba.
Cuando agarraron la primera vaca, Se oyó el grito de Orlando:
-¿Que número Cholito?-
Y Cholito le fué recitando de a uno el número de tres cifras, porque solo aprendió a contar hasta 10.
-¡3! ¡5! ¡7!-
Entre el griterío de vacas y terneros Orlando no escuchó bien, así que volvió a preguntar: -¿Como dijiste?-
Y ahora Cholito cantó -¡7! ¡5! ¡3!-
Entonces Orlando, calentón como siempre, se fué a ver él mismo el número y le dijo a los gritos:
-¿Pero no te expliqué que siempre tenés que leer los números de acá para allá y no de allá para acá?-
-¡Es lo mismo patrón!- Dijo el muy bestia muerto de risa -¡Ustedes los "léidos" siempre le andan buscando el pelo al huevo!-
-¡Esta bien! ¡Dejá! Yo voy a ver los números- Dijo Orlando resignado.
Y el Cholito siguió contento boqueando, y contando chistes toda la mañana.
Cuando uno le pregunta: -¿Por que no estudiaste Cholito?- El contesta divertido que tiene la cabeza como una piedra y que no le entran las ideas.
Encima le gusta hacer rabiar a Orlando, su jefe, cada vez que trabajan en la manga.
Un día estábamos haciendo tacto a un lote de vacas. El loco Mariano encerraba, Orlando iba anotando los números, yo revisaba y el Cholito Mendía boqueaba.
Cuando agarraron la primera vaca, Se oyó el grito de Orlando:
-¿Que número Cholito?-
Y Cholito le fué recitando de a uno el número de tres cifras, porque solo aprendió a contar hasta 10.
-¡3! ¡5! ¡7!-
Entre el griterío de vacas y terneros Orlando no escuchó bien, así que volvió a preguntar: -¿Como dijiste?-
Y ahora Cholito cantó -¡7! ¡5! ¡3!-
Entonces Orlando, calentón como siempre, se fué a ver él mismo el número y le dijo a los gritos:
-¿Pero no te expliqué que siempre tenés que leer los números de acá para allá y no de allá para acá?-
-¡Es lo mismo patrón!- Dijo el muy bestia muerto de risa -¡Ustedes los "léidos" siempre le andan buscando el pelo al huevo!-
-¡Esta bien! ¡Dejá! Yo voy a ver los números- Dijo Orlando resignado.
Y el Cholito siguió contento boqueando, y contando chistes toda la mañana.
Para el es lo mismo porque despues no tiene que ir a pelear a SENASA con los numeros..........
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