domingo, 23 de diciembre de 2018

Mi 2018


A todos ustedes, que desde hace diez años han venido siguiendo mis notas, y que ya conocen muchas de las cosas que pienso y que me han pasado, les voy a contar de un tirón de este 2018 inolvidable.
Lo que destaco primero es que la gente de mi enorme familia, de casi cuarenta lindas personas, ha tenido muy buena salud, trabajos importantes y grandes rendimientos escolares. Solo mi madre, ha sufrido achaques propios de la edad, pero nada que no sea previsible como parte de la vida. Como si esto fuera poco, mi relación con Patito se ha afianzado, con mucho compañerismo, comprensión y tolerancia, lo que hace más llevadera la vida.
Mi propio trabajo ha sido tan intenso como siempre. Lleno de sorpresas, esfuerzos enormes en las mangas, días de barro, viento, frío, lluvia, y otros pocos muy lindos, que se disfrutan el doble. Además hubo algunas cirugías especiales, como las cesáreas a campo de dos yeguas, la resolución de una hernia inguinal de un perro, en la que había no solo intestino, sino también la vejiga y un tumor, o el diseño de un escape de orina a través del ombligo, en un gato al que no pudimos desobstruir la uretra.
Como una extensión del trabajo, se pueden contar las notas que vienen saliendo desde hace cuatro años en la Revista Visión Rural de INTA, donde voy contando cosas del manejo, sanidad y reproducción de nuestros bovinos.
También hubo muchas notas como micros de TV, en el programa “Entre Surcos y Corrales” que conduce Mauricio Bicondoa, primero en Argentinísima Satelital y ahora en AM Sports. Esos micros quedan luego en Youtube, donde cualquiera los puede ver en cualquier momento.
Tal vez la sorpresa del año, fue que me invitaron a dar una charla técnica sobre ganadería, para estudiantes y productores, en la ciudad de Bahía Blanca, muy lejos de mi área de trabajo. También hubo otra, solo para estudiantes, en la Facultad de Veterinaria de Tandil. Siempre está bueno el contacto con la gente en este tipo de actividades.
Algo que me importa y me resulta muy valioso, son las reuniones mensuales del Grupo de Intercambio Veterinario. Somos quince colegas que nos juntamos mensualmente desde hace más de veinte años y que nos enriquece profesional y humanamente. Este fue un año difícil para el Grupo porque se fue gente valiosa, pero ingresaron nuevos colegas con toda la fuerza como para seguir esta buena tradición.
Entre enero y febrero, para festejar mi cumpleaños de 60, me fui en una bicicleta vieja hasta General Pico, en La Pampa, recorriendo 700 km en un viaje espectacular. Algo que les fui contando en estas páginas, y que quedará en mi memoria para siempre.
Hablando de viajes, en las vacaciones de invierno, nos fuimos en la camioneta con Lorenzo y Margarita, mis hijos menores, hasta la Casa Histórica de Tucumán. Estas salidas de unos pocos días por Argentina, me gustan mucho, y solo me falta conocer Chaco y Formosa, para tener todo el país recorrido. Da gusto andar por la patria.
En octubre estrenamos la obra “La pensión de Doña Adela y el misterio del anillo perdido” en el Club Atlético San Manuel, que tiene un buen escenario para el teatro. Fuimos catorce personas en escena y la obra, escrita por mí, es una historia redonda, que tuvo excelente repercusión entre los espectadores que superpoblaron el Club. Se juntaron entre 650 y 700 personas. Esto siempre lo hacemos completamente a beneficio de alguna institución, y esta vez le tocó al Taller Protegido de la localidad. Ahora tenemos que hacer la presentación en algunas otras ciudades de la zona, pero eso ya escapa del 2018 que estoy desmenuzando.
Volví a los trabajos de carpintería. Este fue un oficio que me permitió vivir y mantener a mi pequeña familia en épocas de estudiante, y que después de recibirme, dejé como actividad para ocasiones especiales, como cuando hice las cunas para Lorenzo, Fermín y Delfina, repisas varias para hijos y nietos, y algunas otras cosas. Este año, decidí hacer un buen banquito para cada nieto (son once) como regalo de cumpleaños. Se termina el año y me falta entregar casi la mitad, pero va lindo. Voy aprovechando los pocos ratos libres para trabajar en eso y me gusta mucho.
Así fue, a grandes trazos, este excelente 2018 para mí. Solo deseo que el próximo, traiga tantas buenas cosas como este.

Lo que se viene

  Me pasa muy seguido de querer ponerme a escribir notas, artículos técnicos o relatos, tal como hago desde hace muchos años, y encontrarme ...