¿Que clase de mariconería les ha atacado a todos los pseudoproteccionistas de Argentina? ¿Será un mal mundial?
En poco tiempo tuve contacto con dos
casos fatales. En el primero, una sensible señora que paseaba con su perrito
por un camino en las afueras de Tandil, vio una yegua feamente lastimada en una
pata, dentro de un predio privado. La yegua es de un veterinario conocido, que
la estaba tratando desde un tiempo atrás. La señora en cuestión, pensó que el
animal estaría sufriendo demasiado, entonces lo denunció al Colegio de
Veterinarios, luego al Municipio de Tandil y finalmente terminó amenazándolo
por Facebook con hacerle daño a sus hijos, para que se diera cuenta de lo que
era sufrir.
El otro caso es de un colega muy
querido que viajó a B. Aires por un trámite, con un amigo y con su perro.
Cuando llegó a destino, puso a su perro en la caja de la camioneta y lo cubrió
con la lona que traen esos vehículos. Esa vez pasaron dos sensibles niñas que
vieron al animal asomando el hociquito por un hueco, llamaron a la policía, la
policía llamó a mi amigo, porque su mascota tenía colgando del collar una
chapita con su número de teléfono, y allí mismo, en la calle, comenzó un
incordio de dos meses, en los que se comió insultos, amenazas, peroratas sin
sentido y mil estupideces mas.
¿Saben qué? Estoy podrido de esta
gente que no sabe nada de animales.
Protestan por las carreras de
galgos, las cuadreras, las jineteadas, los cortes de orejas y colas de
cachorros, el uso de caballos para el trabajo, el sacrificio de perros dañinos
y cuanta cosa afecte su alma sensible.
Los dueños de caballos y perros
deportivos, y de animales para pruebas gauchas, los cuidan y entrenan con
esmero y dedicación. Los quieren tanto o más, que los que usan las mascotas
solo para compañía y las confinan en coquetos departamentos.
Los cortes de oreja y cola de los
cachorros se hacen en muchas mejores condiciones de asepsia y antisepsia, que
tantísimos destrozos corporales que se autoinflingen los humanos.
Los caballos se utilizan para el
trabajo, el deporte y la guerra desde hace milenios, así que no me parece mal
que sigua esa linda yunta entre el hombre y el equino.
Para terminar el rosario les digo
que ¡Sí hay perros peligrosos! No me vengan con la pavada de que un perro, si
está bien criado nunca hará daño. En este caso, la enorme cantidad de heridos,
mutilados y muertos que dejan todos los años, los perros de razas peligrosas,
me eximen de mayores comentarios. Son indefendibles.
Por lo tanto, aquí va este grito
fuerte: ¡Juira proteccionistas! ¡No molesten!
Limítense a estar atentos a las
verdaderas herejías. Las que sufren tanto los animales como los humanos.