jueves, 28 de enero de 2010

Los toros rinconeros

¡Claro que es cierto que existen los toros rinconeros! Cuando empieza la temporada de servicios y se largan los toros al rodeo de las vacas o vaquillonas, suele suceder que aparece algun "machito" que se aleja del resto y hace un pequeño territorio de donde sale solo para ir a tomar agua y volver. Se los llama rinconeros y no tienen el menor interés en el sexo opuesto. Ni siquiera les dá un poco de verguenza cuando sus compañeros se mandan verdaderas hazañas sexuales delante de su morro. Los tipos ahí...
En el manejo de la hacienda es importante detectarlos porque pueden ser motivo de que baje el porcentaje de preñez al tacto. Una de las cosas que se inventó para ello, es la prueba de capacidad de servicio. Consiste en inmovilizar en un corral algunas hembras (a veces machos castrados también), y luego largar por turno los toros a probar. Durante un tiempo determinado se cuentan los saltos o montas que realiza. Yo he llegado a contarle a un toro 9 montas en 20 minutos ¡Un verdadero animal!
La cuestión es que algunos no demuestran el menor interés en la cosa. Uno los larga con las hembras y se hacen los bolas, olfatean el corral, miran para otro lado y se pasan los 20 minutos sin darles ni siquiera un beso.
Hay varias causas, pero una es la presencia de algún otro macho dominante cerca, que simplemente los mira. Esto es suficiente para inhibirlos por completo.
Una vez un cliente mío compró un toro en la cabaña de otro cliente. A los dos o tres días, el comprador me avisa que el toro no montaba. Me lo encerraron con una vaca en celo, bien calentona, y allá fuí a ver que pasaba. Efectivamente, la vaca se refregaba contra el bandido y el bandido como si oyera llover. Nos quedamos conversando un rato con el dueño afirmados en el alambre del corral y de pronto veo como a 600 metros, un toro hereford astado que parecía una estatua mirando para nuestro lado.
-¿Y ese? Pregunté
-¡Nó!- Dijo el dueño -Ese es el pampa viejo que voy a vender. El día que traje este nuevo lo sacó cagando por la huella y los tuve que apartar-
La cuestión es que la cabaña cambió el toro "fallado" por otro, y al inutil lo llevaron de vuelta al campo pero, ¡Oh sorpresa!, en cuanto lo descargaron del chasis, y libre de la amenaza del pampa viejo, corrió hacia la lechera que justo estaba en celo y con unas ganas enormes la dejó de colita parada y le fabricó en el acto un bonito ternero.
¡Por lo tanto nunca te confíes con un rinconero!

3 comentarios:

  1. JaJa...que locura...y yo tengo una pregunta acerca de otra locura...Un gallo que pone huevos? alguna vez lo vio?...pseudohermafroditismo en aves?...Saludos.

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  2. Esa historia la conosco bien,lastima que el Doc.no firmo el certificado donde decia que el toro era rinconero,sino pasaba a la lista negra,ja,ja,ja.Abrazo!!!!

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  3. Esto de los rinconeros fué porque Viviana me lo preguntó en la entrada anterior. La verdad es que el tema tiene mil historias alrededor.
    Para Gastón: ¡Y sí! Son cosas que pasan JA JA

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