Si no entendí mal, esta nutria que se va piola, caminando por la lagunita escarchada, era prima hermana del protagonista de la historia que sigue
A pesar de haber pasado fracturas, cortes, lastimaduras y golpes, creo que he tenido suerte. Esto pensaba ayer acordándome de una barbaridad que hice siendo "tractorista" en un campo cerca de Necochea.
Veníamos un día con Alfredo, un compañero y amigo, por una calle de tierra desierta a la hora de la siesta, cuando vimos cruzar un nutrión enorme que bajó entre unos matorrales y se metió dentro de una alcantarilla, en la entrada de una estancia grande.
-¿Y si la agarramos?- Le dije a Alfredo -¡Vamos!- Contestó.
Paramos el tractor y nos acercamos a la alcantarilla. Estaba hecha con tubos chicos y tendría unos ocho metros de largo. Nos asomamos, y allí nos miraba el soberbio animal, quietito, como esperando. Estaba bien gordo y dos largos incisivos anaranjados le sobresalían de la boca -¡Ya sé!- Le dije, vos esperá acá y asustalo. Yo me meto del otro lado y lo envuelvo en la campera.
La campera era una antigua "Lee" muy gastada. Hice un bollo con ella y sin dudar me metí de cabeza en el caño. Era realmente chico. Me tuve que deslizar con las manos hacia adelante, y espiando al bicho por un costadito de la campera. Cuando ya había hecho unos 2 o 3 metros arrastrándome, probé de cambiar de posición pero estaba atrapado. Sin embargo, muy bestia, no me dí cuenta de lo peligroso del asunto.
De pronto le grité -¡Dale Alfredo! Empujalo así se viene y lo puedo agarrar-
Alfredo metió una vara de cardo seco y cuando lo asustó se me vino...¡Pero se vino a comerme! De pronto se había vuelto loco y me encaró las manos, apenas defendidas por la escasa pilcha. El tipo bramaba, mordía y desgarraba lleno de furia, y yo quietito apenas gritaba -¡No lo asustés más Alfredo! ¡Dejalo!- Al rato el bicharraco se calmó, y yo pude retroceder muy despacio hasta salir del caño.
-¡Que cagada hermano! ¡Como quedó!- Le dije mirando las hilachas de mi antigua campera Lee. -¡Mejor lo dejamos! ¿Para qué lo queremos?- Y seguimos viaje como si nada hubiera pasado.
JaJa Muy buena historia...cuando leì lo del tunel creì que se iba a quedar atrapado adentro y lo tenìan que sacar con pala y pico JAJA...bueno gracias por el consejo de la liebre y la vinagre. Saludos.
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