miércoles, 21 de abril de 2010

Guarda que patéa!!!


Operando con algunos residentes

De tanto andar con las vacas uno va teniendo una empatía fuerte con ellas. Las entiende. Sabe casi lo que piensan. Y se dá cuenta cuando pueden llegar a hacerle daño porque se enojan, o simplemente porque pesan siete u ocho veces mas que cualquier humano. De todas maneras hay momentos de descuido, o solamente de boludez, en los que algo pasa.
Ese día estabamos preparando una jaula de novillos de exportación Holando Argentino. Eran tremendos animales de mas de 800 kg y se había puesto dificil hacerlos entrar a la manga. Siempre los residentes han sido chicos muy ágiles y activos, y esa vez estaban Pedro y Ariel, dos casi veterinarios, en su período de entrenamiento.
En un instante de coraje, y sin que pudiera decirle nada, Pedro saltó las tablas del corral y se metió en el huevo de la manga donde quedaban algunos animales remolones. La cosa es que Pedro se metió a mano limpia. Ni un palito como para tocarlos y que movieran.
¿Y que hizo el tipo? No tuvo mejor idea que pegarle una patada con su bota de goma número 44 a uno de los novillos mas cercanos ¡Y claro! El pobre animal se la devolvió. Le metió semejante patada en la panza que Pedro solo hizo ¡UUfff! y se agarró de las maderas.
Nosotros nos asustamos y abrimos la tranquera del huevo para entrar a ayudarlo. El pobre no caminaba así que lo arrastramos hasta el pasto hasta que se recuperó un poco, estaba muy blanco y le vinieron arcadas, pero como era un tipo curtido, al rato se paró, tomó aire bien fuerte y preguntó: -¿Cual era? ¡Avisenmé cuando entre que lo cago a patadas de nuevo! ¡Y claro! ¿Como seguir serio con eso? Seguimos trabajando a las risas y nos guardamos la historia en el bolsillo para contarla alguna vez.

2 comentarios:

  1. mmmmmm..... me parece que la conozco a esa historia !!!!!!

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  2. ¡Ahí tienen! Para los que dicen que andando en el campo no puede haber tantas historias que contar...Alguien conoció esto... Ja Ja

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