El domingo fuimos a la playa en Mar del Plata. Calor, autos, tránsito insoportable, gente de todos los calibres, montones de personas sobre la arena, viento del oeste bastante fuerte y molesto, mar peligroso por un canal pegado a la costa, vendedores de todo tipo de cosas a los gritos entre las sombrillas, desubicados tratando de paletear sin herir a nadie y regreso en caravana interminable por la costa.
Ayer lunes abrí la veterinaria para no quedar pegado con este feriado, para mí, sin fundamento. El pueblo en calma, los pocos autos que pasan frente al local marchan despacio, algunos chicos en bici y otros a pie van en manada hasta la pileta. Charlé un rato en el almacén y salude unos cuantos. Después de comer una siestita y vuelta al trabajo.
Linda la vida en el pueblo.
Ayer lunes abrí la veterinaria para no quedar pegado con este feriado, para mí, sin fundamento. El pueblo en calma, los pocos autos que pasan frente al local marchan despacio, algunos chicos en bici y otros a pie van en manada hasta la pileta. Charlé un rato en el almacén y salude unos cuantos. Después de comer una siestita y vuelta al trabajo.
Linda la vida en el pueblo.
Les recomiendo las playas de Quequén. Un pueblo encantador. Tranquilo. Un paisaje agreste y sencillo. La playa solitaria. Surfistas. Veleros orillando suavemente y cargueros buscando o dejando el puerto. La playa frente a Pinocho o la playita de Bahía de los Vientos. Lo van a disfrutar a Quequén como lo hago yo con mi familia y mis amigos. Quedan invitados.
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