martes, 28 de marzo de 2017

Las sierras

     Mateando después de la recorrida

Ya les he contado muchas veces que San Manuel está metido entre las sierras del cordón de Tandilia. Uno no se cansa de recorrerlas porque cambian con las estaciones. Están llenas de animales salvajes. Hay ciervos, pumas, liebres, peludos, mulitas, zorros, vizcachas, carpinchos, hurones, comadrejas, gatos monteses y otra multitud de bichos. Además, hay una enorme cantidad de pájaros de todos los tamaños, plumajes y colores. Hasta vacas salvajes tenemos. Por lo menos en nuestra zona.
Y también hay montones de plantas. Algunas espinosas y otras desarmadas. Flores de todos colores, arbustos, árboles y arbolitos, decoran las piedras duras.

Esta bueno salir a caminarlas cuando hay un rato.   

martes, 14 de marzo de 2017

Con la santa paciencia


Llegué al campo y no había nadie. Solo la vaquillona que tenía que atender encerrada en un cargador. Me las tuve que ingeniar para inmovilizarla, porque la tipa tenía unos nervios locos y me quería agarrar a golpes contra las tablas. La até con mucho trabajo a un palo, le puse la mocheta y como seguía queriendo encarar cada vez que me acercaba, me tuve que sacar el pulover y taparle los ojos. Recién ahí pude darle la inyección endovenosa que necesitaba.

¡Más vale maña que fuerza! ¡Lástima que ahora tengo que lavar mi abrigo!

miércoles, 8 de marzo de 2017

Tiger es muy joven


Llegué a casa a mediodía muerto de hambre y bien cansado después de una mañana de trabajo fuerte en la manga. Comí apuradito, mientras veía algunas imágenes de la concentración de gente en Buenos Aires y después las noticias de los docentes en huelga.
La tarde fue casi tan dura como la mañana, así que en cuanto volví, me fui derecho a darme una ducha y preparé unos mates espumosos y reparadores.
Tiger me miraba hacer. Prendí un rato la tele para enterarme como había terminado la movida del día y me encontré con que todo el asunto había sido un gran despelote.
-¿Qué te parece Tiger? ¡Semejante cantidad de gente al pedo! ¿Quién les paga el día? ¿Qué es lo que quieren?-
Tiger, tranquilito como todo gato capón, me contestó:
-¡Será gente que se está muriendo de hambre y lucha por un poco de comida y un buen sueldo para vivir mejor! ¿O no?-
-¿Me estas cargando Tiger?-
-¡No! ¿Por qué? Yo tengo tres años y nunca vi algo así-
-¡Claro! ¡Vos decís eso porque solo tenés tres años! Yo tengo 59 y ¿Sabés que pienso? Que no hay caso. Que estamos jodidos. Estos días son muy tristes. Parece que no hubiera salida para Argentina con tanta gente enardecida como se está viendo. No entiendo si es poca memoria o boludez nomás, lo que tienen los que andan a los gritos haciendo el coro a los supuestos representantes de los trabajadores. Después de doce años de aguantar a la banda más perversa que saqueó el país y destruyó las instituciones, vemos montones de tipos diciendo que esta gente que gobierna es más de lo mismo. Que están en contra de los pobres. Que no hacen las cosas “bien”.
No soy un iluminado. Soy solo un trabajador incansable. En más de 35 años de profesión fui progresando con esfuerzo y sacrificio y, por suerte, sin precisar nunca que el Estado me regalara nada. Por eso creo que tengo autoridad para poder dar mi opinión.
Y veo que por fin llegó al gobierno gente con preparación y vocación de hacer las cosas bien por el país. Que todos los días van dando un pasito hacia adelante a pesar de todo. A pesar de los insultos, de la porción de justicia “legítima” que sigue con la injusticia, de la falta de mayoría en el Congreso, de los sindicalistas traidores que reciben lo que piden pero traban cualquier medida, de los supuestos periodistas que ahora hacen oposición queriendo ensuciar y emparejar al gobierno con los delincuentes anteriores, y a pesar también de  los simpatizantes del anterior gobierno, que siguen tan bocones como siempre y creyendo que su jefa es solo una víctima inocente-
-¡Tiger! ¿Me escuchas?-
El tipo se dio vuelta y me dijo: -La verdad es que me perdí cuando dijiste que estábamos jodidos ¡Perdón!-
-¡No hay problema! ¡Al final termino siempre en lo mismo!-

Apagué la tele y seguí tomando mate tranquilamente.     

jueves, 2 de marzo de 2017

Un caso triste

En plena cesárea

El ternerito deforme

La vaca de velorio

La enorme vaca Holando Argentino estaba llena de ilusiones con su futuro ternero. Había sido ganadora del premio “Vaca del año” en la Exposición de Córdoba, y apenas llegada al campo con su cucarda a cuestas, se la inseminó con semen de un excelente toro americano. Soñaba con tener un hijo Campeón en Palermo, y todo estaba dado para que su cría se destacara dentro de la raza.
Pero la cosa se complicó. El día del parto, Arturo Ordoñez la encontró haciendo pujos sin poder largar su cría. A la pobre se le caían las lágrimas porque sabía que cada minuto que pasaba era menos esperanza de que su bebé naciera vivo. Ordoñez es muy baqueano en esto de atender partos y en cuanto le metió la mano supo que el asunto era para cesárea. Me llamó desde el corral mismo donde la tenía encerrada y en un rato llegamos con Juan.
La vaca balaba tristemente pidiendo que nos apuráramos para cortarla. Por fin pudimos sacar el ternero. Pero eran todas malas noticias. No solo salió muerto, sino que tenía una rara malformación que lo hacía lucir como dos medio animalitos pegados entre sí. Una porción delantera relativamente normal y los cuartos traseros pequeños y deformes.
-¿Y? ¿Cómo está doctor?- Preguntó ansiosa la mamá -¿Vive?-
Lo cierto es que no tuve coraje para contarle la verdad, así que me hice el sordo y me fui para la camioneta con todos mis bártulos.
Al rato la largaron, y en cuanto se paró, se acercó a su cría muerta ¡Pobre vaca! Lo estuvo mirando un rato largo, como velándolo.


Un Veterinario y las Mujeres Guerreras

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