Realmente, a esta altura no me
importa un pito la ideología.
Ya quedó ampliamente demostrado que
las peores basuras humanas pueden tener ideologías de lo más dispares. Hasta
contrapuestas.
Lo que ya no soporto es que haya
tipos que agarren los cargos de gobierno para robar. Robar es un delito ¿Qué parte
no se entiende? Y mucho más grave es robarle al país.
Y para robar disfrazan sus
inmundicias con consignas vacías, mentiras infames, hipocresía al por mayor y
dobles discursos.
Pensé que Menem era el peor castigo
que le había tocado a la Argentina ,
pero vinieron los K y lo superaron hasta lo increíble. Se quedaron con la mitad
de la Patagonia
(literalmente), coches de lujo a montones, campos por todo el país, miles y
miles de propiedades entre casas, hoteles y quintas. Aviones, yates y
helicópteros. Contenedores con plata “física” que se les hecha a perder.
Cuentas incalculables en paraísos fiscales y sabrá Dios cuantas cosas más.
Por eso me molesta tanto que ahora critiquen
y se muestren desesperados por llevar a la renuncia a este gobierno.
Vuelven a esconderse atrás de falsas
ideologías. Que Macri es de derecha y por lo tanto un insensible que solo quiere
hacer ricos a sus amigos.
Estupideces que reproducen hasta el
hartazgo.
Creo que Macri ha sido una bendición
para el país. En tres años ha hecho una obra colosal a partir de la miseria
espantosa que le dejaron.
Y vuelvo al principio. No me
importan un pito las ideologías. Solo pretendo que a la cabeza del gobierno
haya gente inteligente, honesta, trabajadora, humilde y sensata. Sean de derecha,
de izquierda, Radicales, Peronistas o de Cambiemos. Que los hay buenos y malos
en cualquier lado.
Mientras haya una cabeza sana, el
cuerpo se irá acomodando, pero si se pudre la cabeza (como pasó hasta hace poco),
el pescado se pudrirá irremediablemente.
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