viernes, 21 de agosto de 2009

En las ciudades no se consigue II

Allá abajo se vé algo del pueblo y acá arriba un pasaje
del 2º Vía Crucis en el Cerro
Vivir en un pueblo es distinto.
No hay contaminación. El aire es tan puro como puede ser el aire. Lo único que se arroja al cielo es el humo de algunas cocinas económicas, de las salamandras o de algún buen churrasco que nos hacemos cuando se nos dá la gana y el bolsillo. El cielo se puede ver bien tanto de noche como de día. Y esto no es poca cosa. En las ciudades grandes, para ver las estrellas hay que buscarlas en Internet, y sinó, salir al campo o...irse hasta algún pueblo ¡Y que lindo es tirarse en el pasto las noches de verano, con todos los chicos alrededor, para ver la luna, las estrellas y los emocionantes satélites que cruzan las rutas del espacio!
Con el ruido pasa algo parecido. Como hay pocos vehículos, de noche solo se escuchan los ladridos de los perros o los gritos desesperados de alguna gata en celo. Lastima que desde hace unos años, las secadoras de las plantas de cereales trabajan todo el tiempo y entonces, en las oscuridades del verano, se oye el monótono sonar de las máquinas.
Otro cosa que corta el sueño, es la música de las fiestas de Carnaval que se hacen en el Club de Pesca. Como son al aire libre, todo el pueblo trata de dormirse oyendo sonar algo de chamamé, otro poco de ranchera, algun pasodoble y mucho de cumbia que por estos lugares pega fuerte.
La seguridad no es un gran problema. No hay crímenes mayores y solo alguna ratería, aunque ya todos saben quien es el culpable al rato de concretarse el "ilícito". La única vez que hubo robos en cadena, fué hace unos años cuando en una noche, los ladrones entraron en once casas y negocios de gente que estaba vinculada con la organización de los festejos de los 75 años del pueblo. Seguramente buscaban algo de la recaudación de esos días y también, con seguridad, fueron "forasteros" con algúna manito de un local.
Como yó organicé lo del teatro, me tocó que entraran a la vete y me revolvieran todo.
De todas maneras, eso sirvió para que desde entonces cerremos bien las casas y no dejemos los autos en la calle abiertos y con las llaves puestas.
Continuará

1 comentario:

  1. Mariano Gaston Mendez.22 de agosto de 2009, 20:05

    Seguro que el bandido que entrega el pueblo se sabe quien es....se deberia mandar al frente y expulsarlo para que no contamine el lugar,porque la verdad ya son pocos los lugares donde reina la tranquilidad!!!!!!!!

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