jueves, 27 de agosto de 2009

Lugano Brondi

Lugano Brondi se recibió de veterinario a los 23 años en la Universidad de Buenos Aires y a los pocos meses estaba trabajando en la estancia "El Totoral" en Corrientes. Siempre fué un tipo emprendedor, enérgico y de buen caracter.
Le ofrecieron ese puesto a traves de un conocido de su padre, ya fallecido. Tenía que establecerse en la estancia, y atender durante un año el inmenso rodeo de 12.000 vacas Brangus, y cruza con Nelore.
Los primeros meses aprendió mucho. Todo era nuevo para él, que venía de un pequeño campito al sur de la Provincia de Buenos Aires. La gente de la estancia lo "adoptó" enseguida. Se ganó la confianza del personal y especialmente de dos de las hijas de Rómulo Barragán, Marina y Alicia.
El 12 de febrero de 2002 amaneció caluroso. Había que encerrar todo para la vacunación antiaftosa. Lugano corría y se afanaba en la manga, organizando las conservadoras de telgopor, jeringas y agujas.
El primer lote de 500 novillos, correteados por los perros, pasó por la manga como un viento. En una hora y media estaban vacunados. Despues tocaba hacer unas vaquillonas paridas, la mayoría cruza. Los perros rodearon una que se apartó del resto y el animal, despavorido, encaró el alambrado del corral grande justo para el lugar donde estaba Lugano. En el envión bestial cortó los alambres atravesando la línea. Lugano no se pudo ni mover. El aspa izquierda de la vaquillona le entró abajo de la tetilla, le atravesó el hígado y le salió por la espalda, levantando el cuerpo del pobre chico como un fleco. Siguió la carrera hasta unos arbolitos y el roce con las ramas hizo que por fin Lugano cayera al suelo bañado en sangre...
Continuará

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