viernes, 17 de diciembre de 2010

¡Se equivocó la paloma!

Beto y Paloma en el último ensayo fatal

El asado final con algo de baile a los postres


Siempre quedan historias para contar detrás de cada obra de teatro, pero anteayer nos pasó algo increíble. Estábamos por presentar “El romance del Beto y la Paloma” en la escuelita rural Nº 27.
Los protagonistas, un paisanito pobre que es Beto, y una linda chica como Paloma, sufren el acoso de la madre de ella que pretende algo mejor para su hija. Entonces deciden simular el suicidio de Paloma para presionar a la vieja tratando de que cambie de opinión.
Cae entonces Paloma aparentemente sin vida y Beto se acerca desconsolado al cadáver de su amada. En ese momento libera una paloma de verdad que llevaba escondida en su boina y atada con un hilo de nylon a la mano, permitiéndole volar unos cinco o seis metros.
-¡Ahí vá el alma de Paloma! ¡Mire lo que ha hecho!- Le grita Beto a su suegra, que se abraza a su otra hija con miedo y desesperación.
La cuestión es que pudimos conseguir una linda paloma montera el mismo día de la obra, y como es en el campo, recién nos juntamos a ensayar esta escena clave unos minutos antes de que llegaran los primeros vecinos de los alrededores, a los que hicimos esperar un rato en la tranquera para que no vieran lo que pasaba.
El escenario era el patio de la escuela, con el pastito bien cortado y el olor del asado que se hacía un poco más lejos, para la cena y brindis de fin de año.
Todo iba lindo hasta que Beto, de acuerdo con el libreto en cuestión, liberó la paloma de la mejor forma y esta, contenta de respirar aire libre, voló, voló ¡Y se fue para siempre!
El estúpido del director (o sea yo) la había atado mal.
Siguió un momento de desconcierto. Todos nos mirábamos en silencio hasta que armado de valor, le dije a Leticia, la maestra: -¿Tenés el teléfono de Carlos?-
Y Carlos, otro de los padres que vive en un campo cercano, trajo un pollo gordo y negro que actuó de paloma, aunque por más que quisimos no levantó vuelo y se limitó a correr desesperado por la escena, hasta que Beto lo abrazó amorosamente y siguió con la actuación.
¡Eso sí! El asado estuvo buenísimo y las risas y bromas por el asunto de la paloma perdida, siguieron hasta las dos de la mañana.

3 comentarios:

  1. Lo increíble es lo chambón del director.
    Qué bueno Jorge estas historias de las puestas en escena de los sanmanuelenses.
    La paloma huyó, eso esta claro. Me imagino el estrés del pollo gordo y negro entrando en escena de prepo y a los empujones.
    Esperamos más historias así.
    Saludos a Beto y Paloma. Los actores de la primera foto están estupendos; dan ganas de haber estado ahí.

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  2. Apreciado amigo. Ante todo y es que no puede faltar, quería felicitarte por el Blog. En estas fechas tengo tiempo libre y me dedico ha ver los blog de mis compañeros internautas, y ya de camino a invitarles a vistitar mi blog. Mi blog esta dedicado a la fauna española, su gran diversidad de hábitas, su gran cantidad de mamíferos, aves, reptiles, anfíbios, especies marinas,...

    Fauna Española - Spanish Fauna
    http://spanishfauna.blogspot.com

    Un saludo y Feliz Navidad

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  3. jajaja!!!!,buenisimo!!!!!

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