éUstedes piensen que, por lo menos en America, los humanos convivimos con caballos y vacas desde hace 500 años y en casi todo este tiempo, no ha habido veterinarios disponibles para curar las bestias. Así el ingenio ha cubierto esa necesidad y las gentes del campo han ido logrando destrezas mas o menos grandes para componer a sus animales descompuestos.
Las famosas curas camperas.
En ambientes académicos hay una notable tendencia a subestimar estas habilidades, pero a poco de empezar a recorrer el campo, cualquiera se da cuenta, sin ser de lo mas avispado, que hay miles de cosas para aprender y que son de provecho.
Cuando llegué a San Manuel y fuí conociendo gente vieja y sabia, me compré una libreta y la fuí llenando de apuntes con estas cosas. Hace poco la estuve releyendo y siempre me dá gusto encontrar algún detalle que había olvidado.
Ahí tengo recetas caseras para curar mataduras de caballos, empachos, opacidades de cornea, verrugas, sobrehuesos, diarreas, heridas de todo tipo y otro montón de malestares. Hay mucho de plantas medicinales de la zona y otro tanto de remedios al alcance de cualquier persona en el medio del campo. Y de ahí he sacado ideas para bonitos ensayos con un buen diseño experimental, que muchas veces confirmaron las bondades de tal o cual tratamiento.
Por eso me dió tanta bronca oir la charla de un joven colega en un Seminario de Cirugía al que asistí en Tandil hace poco, que afirmaba muy orondo que no puede ser que el 90 % de los potros en la zona en que él trabaja, los castrara "un paisano" (bien despectivo). Seguramente el pobre ira viendo con los años que hay muchas cosas que puede aprender de los paisanos para ser un mejor profesional.
¡Además! Si al "paisano" le confían el 90 % de los potros para castrar y no a él, por algo será.
En ambientes académicos hay una notable tendencia a subestimar estas habilidades, pero a poco de empezar a recorrer el campo, cualquiera se da cuenta, sin ser de lo mas avispado, que hay miles de cosas para aprender y que son de provecho.
Cuando llegué a San Manuel y fuí conociendo gente vieja y sabia, me compré una libreta y la fuí llenando de apuntes con estas cosas. Hace poco la estuve releyendo y siempre me dá gusto encontrar algún detalle que había olvidado.
Ahí tengo recetas caseras para curar mataduras de caballos, empachos, opacidades de cornea, verrugas, sobrehuesos, diarreas, heridas de todo tipo y otro montón de malestares. Hay mucho de plantas medicinales de la zona y otro tanto de remedios al alcance de cualquier persona en el medio del campo. Y de ahí he sacado ideas para bonitos ensayos con un buen diseño experimental, que muchas veces confirmaron las bondades de tal o cual tratamiento.
Por eso me dió tanta bronca oir la charla de un joven colega en un Seminario de Cirugía al que asistí en Tandil hace poco, que afirmaba muy orondo que no puede ser que el 90 % de los potros en la zona en que él trabaja, los castrara "un paisano" (bien despectivo). Seguramente el pobre ira viendo con los años que hay muchas cosas que puede aprender de los paisanos para ser un mejor profesional.
¡Además! Si al "paisano" le confían el 90 % de los potros para castrar y no a él, por algo será.
Doc, sería muy útil ir subiendo esas curas camperas al blog con sus comentarios para que estén disponibles para cualquiera y no se pierda tanta sabiduría popular.
ResponderEliminarCreo que el mix entre las curas camperas y su experiencia como profesional de la veterinaria pueden ser muy interesantes para colegas, gente de campo y curiosos como yo.
Muy feliz años para ud, su flia y todos los animalitos de San Manuel!
Y ese "SUJETO" estaba en un seminario de cirugia???? Que pais generoso!!!! seguro que le pagaron por decir semejante estupides,no te fijaste si en la frente tenia el signo $(PESOS) tatuado,porque me lo imagino en su veterinaria con la calculadora en la mano si Yo agarrara ese 90 % porciento de castraciones,me voy a CANCUN de vacaciones!! Abrazo!!! Y no toquemos a los paisanos porque cada vez son menos. FELIZ AÑO!!!
ResponderEliminarReferente a las curas camperas, tengo una cura de hace bastantes años.
ResponderEliminarEn la sierra de Huelva (España)unos lobos se comieron casi todo un jamon de una burra, la llevamos al veterinario y nos dijo que no merecia la pena curar esas tremendas heridas, producidas por los lobos (no se si sabeis que las burras no se defienden de los lobos, y se comen de estas los que se le apetece) asi que un "paisano" uno de los porqueros (cuidador de los cerdos)la curaba todos los dia con agua de jara pegajosa (hervia agua con jara pegajosa) le ponia polvos de fumigar las encinas por toda la herida y le ponia unos pantalones, hechos de sacos de pienso, para que no le picaran las moscas y asi curo las grandes heridas de la burra.
Solo le quedaron unas grandes cicatrices, pero una vez curada seguia trabajando y criando.
Saludos de Gabriel.
http://ggjineteraid.blogspot.com/