jueves, 30 de diciembre de 2010

Una muerte en La Numancia

A treinta kilómetros de San Manuel está el Paraje La Numancia. Hace mas de cien años era una posta en la línea de carretas que unía Tandil con Lobería. Allí se cambiaban caballos, se renovaban las provisiones para el largo viaje, se tomaba algo fresco y se jugaba mucho a las cartas, la taba o se conversaba para matar el tiempo.
Hoy se mantiene el boliche bastante bien ya que la Municipalidad de Tandil lo declaró de interés turístico.
La cuestión es que hace unos diez años, andaba en la zona un croto que vivía de lo que le regalaba la naturaleza y alguna caridad humana. Cada tanto caía en La Numancia y se quedaba uno o dos días. Era muy aficionado al mus, así que cuando se armaba alguna mesa, el tipo se prendía enseguida. Pero también era muy peleador y jodido. Y se ponía mas molesto con la bebida en la panza.
Esa tarde habían llegado algunos vecinos y dos camioneros, y pronto se pusieron de acuerdo para jugarse un partidito de mus. Y también se arrimó Ledesma. El croto en cuestión.
Me contaron que estaba muy mamado y tenía la lengua dura por la ginebra, así que casi no podía hablar. Le cantaron órdago, y como no tenía nada, lo quiso ganar sin cartas, pero le salió mal la mentira y perdió. El que ganó, un tipo muy conocido por lo fanfarrón, se rió con ganas y apuró un trago de Gancia, pero Ledesma ya había sacado un cuchillo y se paró con esfuerzo por el alcohol, insultando a todos los parientes del otro y jurando que lo iba "a abrir".
Dicen que el insultado, sin que se le moviera un pelo, arrancó un revolver de la cintura, le apuntó al pecho y le tiró.
Los milicos de Tandil llegaron como una hora y media después y todavía estaba Ledesma en cuatro patas, largando bocanadas de sangre cada tanto. Murió en el viaje al hospital. No jodió mas.

1 comentario:

  1. Cuenta riqueza de historias tienen nuestros parajes rurales, dignos de rescatar del olvido. Gracias Dr Spinelli, por compartirlos con todos nosotros. M.V. Alejandro Stornini, (un ex alumno).

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