miércoles, 12 de enero de 2011

¿Como se aprende?

El aprendizaje es algo fascinante.
Se aprende lo que se quiere aprender. Esto quiere decir que nuestro cerebro aprende y retiene lo que le interesa. Por eso nunca nos olvidaremos de un nudo de pesca que nos enseñó nuestro padre o un amigo, porque cuando nos lo enseñaron "queríamos aprenderlo". La diferencia entre esta situación y aquella en que intentan enseñarnos algo que no queremos aprender, es que en el primer caso nuestro sistema límbico (las estructuras mas profundas del encéfalo) pone en estado de alerta a la corteza cerebral, haciendo que todas las señales que ingresan a él a partir de los organos de los sentidos y distintos receptores periféricos, provoquen cambios indelebles en algunas vías sinápticas, responsables de retener o memorizar esos datos.
Algo parecido sucede cuando sufrimos una emoción repentina. El esquema es parecido. El sistema límbico actúa dejando a la corteza cerebral, ávida de datos como una esponja. Y así es como podemos acordarnos, por ejemplo, de lo que estabamos haciendo cuando nos enteramos de la muerte de John Lennon o cuando Argentina invadió Malvinas.
Otra forma de aprender es la repetición. Esto hace que podamos recordar poesías que aprendimos de niños a fuerza de repetirlas decenas de veces, haciendo que se graben las vías sináticas que mencionaba antes.
Y por fin, asociado al aprendizaje, el cerebro tiene áreas llamadas de recompensa y de castigo. Una situación placentera provocará descargas en los centros de recompensa (que curiosamente son parte también del sistema límbico), mientras que algo doloroso o displacentero estimulará los otros centros nerviosos. Este sistema es el que opera preferentemente en el aprendizaje de los animales, generando conductas de aceptación o de rechazo frente a determinadas situaciones. Por eso, cuando se quiere enseñar algo a un animal, hay dos caminos. Los premios (comida, palmadas u otros) que harán que el animal asocie su conducta con una situación placentera, o los castigos, que hacen que la pobre bestia haga lo que le indican para evitar el dolor del castigo en caso de negarse.
El tema es inagotable y dá para montones de notas, pero con tantas cosas escritas en el blog, "aprendí" también, que ser conciso es una virtud.

1 comentario:

  1. Es um tema inagotable Doctor y sumamente interesante,volvemos al conductismo del cual habló en elgún momento.

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