martes, 25 de enero de 2011

El uso de las sogas




Soy un ferviente defensor del trabajo físico. La actividad corporal nos agiliza, nos mantiene frescos y vitales, tonifica los músculos, mejora huesos y articulaciones, favorece la circulación y la actividad respiratoria, mejora la concentración y la precisión de movimientos, y además, hace que nuestra mente siempre esté lúcida y creativa.
Y todo esto viene a cuento de que dentro de la actividad física incluyo el manejo de los grandes animales. Hay una gran corriente profesional que tiende a hacer cada vez menor la interacción con un caballo o una vaca, y pregona las virtudes del manejo químico de las bestias.
Humildemente creo que esto se debe a que no ha habido una adecuada trasmisión de las artes antiguas de sujeción y volteo en nuestras casas de estudios. Hay una brecha cada vez más profunda entre los prácticos que dominan estas técnicas y los docentes que, en su mayoría, no saben cómo abordar ningún animal.
Si ustedes leen un libro de cirugía con algunos años de impresión, verán que los primeros capítulos se dedican invariablemente al uso de sogas, correas, trabas, maneas y toda suerte de elementos que permiten realizar cualquier maniobra y operación con vacas y caballos.
No es que sea un necio que se niega a los avances de la ciencia, solo que me cuesta aceptar lo que no es superador. Cuando encuentro algo que me hace mas simple una tarea, o mas rápido, o de forma mas eficiente, lo adopto de inmediato; pero no veo razón ni fundamento en aplicar tres o cuatro drogas distintas para voltear un caballo cuando hay técnicas sencillas e igualmente (o más) seguras para derribarlo, o aplicar anestesia general para una cesárea en una vaca, pudiendo hacer todo el manejo e inmovilización con sogas y luego trabajar con anestesia local.
El uso de las sogas librará a las bestias de drogas psicotrópicas peligrosas y nos dará a nosotros una seguridad y una satisfacción enormes. Poder dominar un animal hasta diez o quince veces más pesado que nosotros con ingenio, habilidad y elementos simples es una gran cosa y además, obtendremos los beneficios de una grata tarea física.
Lo único que hay que hacer es aprender a hacerlo bien. No hay misterios.



2 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo, a todo eso sumale que la gente de campo pasa a respetarte y a confiar en uno.ES BARBARO!!!!!!!!!!!!!

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  2. Efectivamente, antes en el campo los trabajos de curar una herida, o cualquier circunstancia que fuera necesario inmovilizar a una bestia, sea de la raza que fuere, se usaban las trabas y trabones que inmovilizaban al animal sin sufrir mucho.
    Lo que ha llevado a no saber hacer las cosas, es el abandono que en los ultimos años ha tenido el campo y la agricultura.
    Aunque los anestesicos han dado un gran avance en lo referente a la seguridad. Ya que hoy en dia el capar a un potro, es que ni se entera, se les opera de pie y sin pizca de dolor ni resistencia.
    Lo interesante de las tecnicas, es aplicarlas en sus justos terminos y no hay que matar a las mocas a cañonazos como dice el refranero.
    Saludos desde España de Gabriel.
    http://ggjineteraid.blogspot.com/

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