Terminé mis estudios de veterinaria el 15 de diciembre de 1981. Argentina me dio esa posibilidad. Siempre lo valoro y trato de retribuir con mis acciones un regalo tan extraordinario. Se cumplen 30 años.
En esos tiempos no se hacían residencias, así que salí directamente al campo solo veinte días después. Claro, tenía a favor el haber estado al lado de mi padre, viendo la profesión, hasta mis 15 años. Pero en muchas cosas prácticas fui casi autodidacta. En mis primeras salidas repasaba mentalmente varias veces la operación que posiblemente haría, o me devoraba los libros al volver de un caso complicado, cargado de datos clínicos.
Aprendí mucho y vi mucho. A veces pienso que tuve a favor el haber caído en un lugar donde prácticamente vivo al lado de los campos que atiendo. El que se instala en medio de una gran ciudad, pierde muchas horas al día solo en entradas y salidas del pueblo, o en viajes muy largos. Sumado a esto mi naturaleza de ardilla, que me lleva a despedirme sin perder tiempo después de terminar cada tarea, para empezar enseguida otro trabajo.
En estos años tuve varias fracturas, cortes, desgarrones y golpes, pero increíblemente sigo en pie y con buena salud. Pasé días de sol agobiante, fríos que cortaban, lluvias y granizadas, barros consistentes y vientos inclementes, pero también momentos de intenso bienestar o atardeceres increíbles.
Me gustan casi todas las posibilidades de la veterinaria y poco las rutinas. Tal vez por eso he hecho las cosas más variadas. Quizás la clínica y la cirugía en bovinos y equinos sea lo que me defina, pero trabajé con ovinos, cerdos, perros y gatos; en tambos y cabañas, en mucho de reproducción, en cosas de laboratorio, en bromatología, en temas de apicultura y calidad de mieles, en ensayos a campo de distintos temas y asesorando en nutrición y manejo de bovinos.
Escribí artículos que se publicaron en revistas nacionales e internacionales, y durante 16 años ejercí la docencia universitaria con vocación y esmero.
La verdad es que mis primeros 30 años con la veterinaria han sido apasionantes. Veremos que sale en los próximos 30.
En esos tiempos no se hacían residencias, así que salí directamente al campo solo veinte días después. Claro, tenía a favor el haber estado al lado de mi padre, viendo la profesión, hasta mis 15 años. Pero en muchas cosas prácticas fui casi autodidacta. En mis primeras salidas repasaba mentalmente varias veces la operación que posiblemente haría, o me devoraba los libros al volver de un caso complicado, cargado de datos clínicos.
Aprendí mucho y vi mucho. A veces pienso que tuve a favor el haber caído en un lugar donde prácticamente vivo al lado de los campos que atiendo. El que se instala en medio de una gran ciudad, pierde muchas horas al día solo en entradas y salidas del pueblo, o en viajes muy largos. Sumado a esto mi naturaleza de ardilla, que me lleva a despedirme sin perder tiempo después de terminar cada tarea, para empezar enseguida otro trabajo.
En estos años tuve varias fracturas, cortes, desgarrones y golpes, pero increíblemente sigo en pie y con buena salud. Pasé días de sol agobiante, fríos que cortaban, lluvias y granizadas, barros consistentes y vientos inclementes, pero también momentos de intenso bienestar o atardeceres increíbles.
Me gustan casi todas las posibilidades de la veterinaria y poco las rutinas. Tal vez por eso he hecho las cosas más variadas. Quizás la clínica y la cirugía en bovinos y equinos sea lo que me defina, pero trabajé con ovinos, cerdos, perros y gatos; en tambos y cabañas, en mucho de reproducción, en cosas de laboratorio, en bromatología, en temas de apicultura y calidad de mieles, en ensayos a campo de distintos temas y asesorando en nutrición y manejo de bovinos.
Escribí artículos que se publicaron en revistas nacionales e internacionales, y durante 16 años ejercí la docencia universitaria con vocación y esmero.
La verdad es que mis primeros 30 años con la veterinaria han sido apasionantes. Veremos que sale en los próximos 30.
Que sigas practicando esa bonita profesión con vocación, que todo lo que se hace con cariño y profesionalidad hace más ameno el trabajo.
ResponderEliminarQue sigas otros 30 años de profesion y trabajo.
Saludos cordiales desde España de Gabriel.
Gracias Gabriel: Te mando un saludo en temporada de calores por estos lados. Allá deben estar con algunos fríos pero espero que sanos y fuertes...
ResponderEliminarLinda Nota recordando el pasado,presente y futuro,me gusto mucho el comienzo, son pocos lo que estudias la carrera en las universidades del estado y despues lo agradecen! Mi viejo siempre dice mira este estudio en la facultad publica pagada por el pueblo y ahora quiere cagar al pueblo..........
ResponderEliminarFelicitaciones por tu compromiso con lo que elegistes , segui disfrutando de tu profesion !!!!
ResponderEliminarMaria Ines