Y
un domingo volví al rincón del blog. En estos días han pasado montones de cosas
que me tuvieron ocupado. Solo falta un tirón hasta la Navidad, y creo que
después volveré a caminar más tranquilo y a tener más tiempo para escribir y
seguir contando historias.
El
trabajo en el campo parece haberse multiplicado. Nos llaman por urgencias de
todo tipo. Ayer terminamos amputando la pata de un ternero con una fea fractura
de metatarso, pero hemos asistido casos de meteorismo espumoso, muertes por
enfermedades varias, heridas y problemas de casco en caballos, algunos partos
distócicos, prolapsos, traumas de pene en toros y otras muchas delicias.
Además,
están los trabajos programados de reproducción. Tanto los rodeos de
Inseminación a tiempo fijo, como los trabajos de Transferencia de embriones que
ya les he contado en otras notas.
En
noviembre apareció “Animales que hablan, que vuelan y que caminan”, mi segundo
libro. Es una selección de relatos del estilo de los que ustedes acostumbran
encontrar en este espacio. Voy a ver si cuando pasen estas semanas locas puedo
armar una linda presentación. Con este libro la emoción no fue tan intensa como
con el primero, pero de todas maneras, el primer vistazo, aspirar el aroma
encerrado entre sus páginas y poder sostenerlo en las manos, son sensaciones
incomparables.
Y
llegaron los trabajos teatrales de fin de año. Esta vez estoy preparando una
obra para la Escuela 27 que se llama “La maestra nueva”, otra con los egresados
del secundario, “Amor imposible”; la tercera con los bailarines de la Peña
folklórica, llamada “Un marido celoso” y me pusieron a actuar de Príncipe
Felipe en la presentación del colegio primario. Por si fuera poco, el domingo
23 haremos el Pesebre viviente. Una linda representación en la que hasta se ve
el parto de la Virgen María, de una manera tan sutil y delicada, que muchos de
los presentes se llenan de emoción hasta las lágrimas. Todo esto ocupa horas y
horas, muchas veces de noche, de ensayos y preparativos.
Y
queda la redacción de las Gacetillas mensuales que enviamos desde la
Veterinaria, las actas de las reuniones de Intervet, nuestro Grupo de
Intercambio Veterinario, y el tiempo dedicado a la familia, el más gratificante
y delicioso.
En
fin. Son tiempos movidos tal como dije al principio. Pero “Sarna con gusto, no
pica”
vos lo digiste sarna con gusto,.... lo bueno que te haces un tiempo para vos; muy buena la foto de las karakul.
ResponderEliminarGM