jueves, 1 de enero de 2015

Se vienen algunos cambios

¡Todo llega! Despacito pero sin pausa, el tiempo va acomodando las cosas. Parecía que Carlitos no se iba a ir nunca, y sin embargo, un día se tomó el buque y de toda su banda no quedó más que el recuerdo. Y con estos delincuentes, mentirosos y atropelladores va a pasar lo mismo.
Da bronca y pena que no lleguen a tener algún castigo por el daño que han hecho.
A veces me imagino que reconfortante sería que aparezca un gobierno con un líder muy, pero muy honesto, capaz de dedicar el tiempo necesario a investigar y detener a todos los corruptos que se han enriquecido en la función pública, y quitarles lo mal habido para rematarlo públicamente, y que, además, revise una por una todas las leyes conflictivas que salieron del congreso en estos años por la prepotencia y autoritarismo del número de congresales, ignorando olímpicamente al resto del país.
¡Qué linda recompensa sería para los que nos rompemos el alma trabajando como burros todo el año y sin embargo apenas si podemos llegar a tener una casita donde caernos muertos! Para nosotros, estos tipos que en diez años de función pública, ostentan mansiones impresionantes, autos de carrera, yates y aviones, son un verdadero insulto y realmente nos desalientan ¿Cuál es el premio por ser derecho, salvo el de estar a salvo de los reproches de nuestra propia conciencia?
Tiene que haber una persona capaz de esto. Un tipo así sería ejemplo y faro. Se va a rodear de gente parecida a él y estos, a su vez, tendrán otros con las mismas cualidades alrededor. Seguramente los corruptos seguirán vivitos y tratando de robar como siempre, pero el chiste sería castigarlos y no asociarse a ellos para afanar también.
Tiene que haber una persona temerosa de la ley. Que no le dé lo mismo cumplirla que pasarla por arriba, amañando jueces y fiscales. Un tipo que sea ejemplo con sus acciones. Que deje claro, sobre todo a los pibes, que no es lo mismo ser un estudiante o trabajador mediocre, que una persona que apunte siempre a ser el mejor en su tarea.
Que cumpla con las leyes. Que no se ría de todo el mundo cuando viaja en una Ferrari a 200 km/h por la ruta 2, que no se jacte de haber terminado su carrera universitaria con un triste 4 de promedio, y que sea capaz de mostrar su título con orgullo a quien se lo pida. Una persona que llegue al gobierno sabiendo que es solo por cuatro años y que en ese tiempo va a perder más de lo que va a ganar, pero que después de los cuatro años, pasará a ser otro de la larga lista de los que dieron tiempo y esfuerzo por su país. Que esa, y solo esa, sea su recompensa. Y si lo siente así, ya no será necesario gastar un solo peso en propaganda de ningún tipo ¡Nada! Ni comprar medios de prensa, ni adueñarse de programas de futbol, ni colgar carteles, ni nada ¡Total! ¿Para qué? Si esa persona y todos los demás, sabemos que es solo un inquilino del gobierno que nos está sirviendo, y que está haciendo lo mejor posible en los cuatro años que le tocan.
Cosas simples, fáciles. Me gustaría un tipo ordenado, metódico, trabajador, con buen trato, firme en sus convicciones. Que no se crea el mejor de la historia, ni el iluminado que va a enseñarle el camino al mundo. Que solo quiera tomar las cosas buenas de los demás y mejorarlas. Que al terminar su mandato, nos deje la idea grabada a fuego de que para ganar algo hay que trabajar muy fuerte y no esperar a que el Estado nos lo regale.
Orden, esfuerzo, disciplina, estudio, trabajo.

¡Ojala!     

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