Cualquiera sabe que los cerdos son los animales más
inteligentes entre todos los animales domésticos, sobre todo si han leído el
célebre libro “Rebelión en la Granja”, donde los tipos encabezan una loca
revolución.
Por eso se reunieron a deliberar, apenas se supo que
el hermano mayor de la familia había muerto y otros dos parientes estaban
enfermos.
-¿Qué está pasando?- Preguntó el cerdo jefe -¿Alguno
tiene idea? ¿Es la Peste Porcina?
-¡No!- Grito el cerdo médico -¡Dios nos libre de esa
enfermedad! Esto es algo nuevo. Muy contagioso, pero que por suerte no causa
demasiadas muertes.
-No causará muchas muertes, pero se lo llevó a
hermano mayor, con todo lo que precisábamos sus sabios consejos. No podemos
darnos el lujo de perder gente de la piara. Todos somos valiosos- Argumentó el
cerdo sentimental.
-¿Y qué podemos hacer entonces?
-¡Yo tengo una idea!- Dijo el cerdo consejero
-¡Tenemos que escaparnos!
Así fue como la piara comenzó un descontrolado viaje
sin rumbo. Cada vez que aparecía un nuevo enfermo, lo dejaban al cuidado de un
cerdo enfermero y el resto escapaba a la carrera, sin saber que el gérmen
viajaba con la piara todo el tiempo.
Anduvieron cruzando campos, sierras, arroyos,
lugares sin pasto y otros con buena comida. Siempre escapando. Y siempre enfermando.
Al cabo de algunas semanas la enfermedad
desapareció.
El virus había pasado imperceptiblemente por el
cuerpo de casi todos los miembros de la piara. Algunos enfermaron algo más
gravemente pero se recuperaron, y murió menos de uno cada mil cerdos compañeros
por esta causa.
Pero la piara quedó diezmada. Muchos murieron de
hambre, de sed y de fatiga, por la interminable huída, y la vida de los cerdos
nunca volvió a ser igual.
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