lunes, 22 de febrero de 2010

¡Se viene la come y duerme!

¡Se viene la come y duerme! Decía un viejo del campo cada vez que una tormenta se perfilaba en el horizonte y se olía la posibilidad de lluvia.
Es que para los que trabajamos al aire libre y a la intemperie, el clima influye directamente en nuestras labores. Para los veterinarios rurales, el agua trae la suspensión de los trabajos de manga como vacunaciones, tactos, revisaciones de toros, y todas las tareas que puedan correrse sin problemas, pero hay algunas cosas que se deben hacer de cualquier forma...¡Y ahí te quiero ver escopeta!
Es en estos días que las vacas suelen tener partos complicados, o los caballos se hacen feas heridas que requieren rápidas suturas, o hay prolapsos urgentes que atender, así que el noble trabajador debe estar bien equipado con equipo de agua y botas de goma, y largarse a los caminos embarrados sin dudar.
Manejar en el barro es un arte. Hay que tener una especial sensibilidad. No cualquiera lo hace. Creo que se aprende de joven o nunca mas. Y el veterinario rural generalmente maneja bien en el barro. Atraviesa pantanos, abre huellas, sabe salir de encajaduras bravas y llega a destino, con su sabiduría y destreza a cuestas.
Después sí, al volver a la casa nada mejor que un baño caliente, unos mates, y a disfrutar de las horas de lluvia poniendose al día con lecturas atrasadas, escribiendo artículos o informes y ordenando la papelería, mientras se oye la música de las gotas bailando sobre la chapa.
Recién salí a medir y ya han caído 48 mm esta tarde ¡Que bueno!

2 comentarios:

  1. al final en tu caso ni comes ni dormis, ,,, seguis con el laburo!

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  2. siempre creiste que manejabas bien me habia olvidado de eso!!!!!!! que genio
    pero es verdad..........digo lo del laburo del veterinario rural es asi

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