Con los años de ejercicio de cualquier profesión pasan dos cosas.
La primera es que adquirimos numerosas rutinas, y destreza y seguridad en algunas técnicas. Pero la segunda es que nos alejamos cada vez más del estudio sistemático.
Han proliferado los congresos, jornadas, charlas técnicas y seminarios, tratando de cubrir estos espacios, pero creo que muy lejos están de lograrlo. Son pocos los casos en que el orador brinda sus propias experiencias. Generalmente da detalles teóricos de su tema, en excelentes presentaciones en power point. Lo novedoso es que el acceso al conocimiento en estos tiempos es ilimitado, y los contenidos de todas estas charlas están al alcance de cualquiera.
Solo falta tiempo y concentración.
Creo que es deber de cualquier profesional dedicar un tiempo de su día a la lectura dirigida y a profundizar un tema, tal como lo hacía en sus tiempos de estudiante. Pero aunque suena simple, es muy difícil de lograr. Se nos pasan las horas detrás de mil detalles y siempre va quedando rezagado el espacio del estudio y la reflexión.
Los que ejercemos cualquier profesión integralmente, nos apoyamos cada vez más en nuestra experiencia, mientras que los colegas que han quedado en los claustros universitarios, o dedicados a la investigación, abundan en horas de lectura pero desconocen las exquisiteces de la práctica.
La persona que sintetice ambas cosas es invalorable.
La primera es que adquirimos numerosas rutinas, y destreza y seguridad en algunas técnicas. Pero la segunda es que nos alejamos cada vez más del estudio sistemático.
Han proliferado los congresos, jornadas, charlas técnicas y seminarios, tratando de cubrir estos espacios, pero creo que muy lejos están de lograrlo. Son pocos los casos en que el orador brinda sus propias experiencias. Generalmente da detalles teóricos de su tema, en excelentes presentaciones en power point. Lo novedoso es que el acceso al conocimiento en estos tiempos es ilimitado, y los contenidos de todas estas charlas están al alcance de cualquiera.
Solo falta tiempo y concentración.
Creo que es deber de cualquier profesional dedicar un tiempo de su día a la lectura dirigida y a profundizar un tema, tal como lo hacía en sus tiempos de estudiante. Pero aunque suena simple, es muy difícil de lograr. Se nos pasan las horas detrás de mil detalles y siempre va quedando rezagado el espacio del estudio y la reflexión.
Los que ejercemos cualquier profesión integralmente, nos apoyamos cada vez más en nuestra experiencia, mientras que los colegas que han quedado en los claustros universitarios, o dedicados a la investigación, abundan en horas de lectura pero desconocen las exquisiteces de la práctica.
La persona que sintetice ambas cosas es invalorable.
hola doctor! Hace tiempo no comento... es verdad son muy interesantes sus textos sobre animales como los zorrinos y bichos de los que mucho no se escribe, gracias por seguir compartiendo sus experiencias! Y sobre este posteo, creo que como usted y, algunos veterinarios que ejercen activamente y, que agradezco, tengo como profesores, puedo decir que le encuentro lo hermoso a materias que se hacen muyyyyyy densas cuando uno siente q le releen el libro... las experiencias q nos cuentan usted y los profesores de los que hablo son invalorables! dan ganas de tener ya todo ese conocimiento y experiencia adquiridos y salir a ejercer, jaja Mucha Salud doctor :)!
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