Tal vez lo que sigue no está en la línea de otros posteos, pero me gustó para compartirlo con los pacientes lectores de este blog, hoy, que se cumple un nuevo aniversario del nacimiento de este espacio.
Querido Papa Francisco:
Mi
abuelita Bianca nació en Roma y se vino a vivir a la Argentina de joven. Era
muy devota. Católica practicante y papista. Desde chico vi estampitas de Paulo VI y de Juan Pablo II en su casa.
Cuando
lo eligieron a Ud., yo estaba en viaje desde San Manuel a Balcarce. Paré la
camioneta en la ruta en el momento en que Fernando Bravo, por la radio, contaba
emocionado que teníamos un Papa argentino. Me acordé de mi abuelita y pensé que
allá por el cielo estaría tan contenta como yo.
Tan
feliz estaba con la buena nueva, que leer las cosas que de Ud. escribieron ese
mismo día los simpatizantes del gobierno, me dolió mucho. Dijeron e hicieron
cosas increíbles desde la presidenta, hasta el más infeliz de sus seguidores.
Esto duró los días necesarios para que la Jefa diera una elegante vuelta
retórica, y viera que su futuro estaba pegado a su sotana. Entonces empezaron
las alabanzas, los gestos de simpatía y las peregrinaciones para sacarse la foto
redentora.
Y
Ud. los recibió amablemente y con una sonrisa, mientras desde acá, los que
padecimos tantos años de saqueo, descontrol, ineficiencia, mentiras y
devastación del Estado, mirábamos con sorpresa, pensando que tal vez se trataba
de un gesto pastoral de reconciliación y perdón. Queriendo entender. Aunque es
sabido que los caminos del Señor son inescrutables.
En
diciembre asumió un nuevo gobierno en el país. Una esperanza enorme para la mayoría silenciosa de los argentinos.
Una alegría gigantesca para quienes queremos un país sano, ordenado, pujante,
con trabajo y oportunidades para los que estén dispuestos a tomarlas.
Por
eso esperábamos un gesto. Una palabra. Una imagen. En este mundo y esta
sociedad de imágenes y gestos. Solo una llamada el mismo diez de diciembre.
Porque aunque en su nuevo país el protocolo indica no saludar en estos casos,
Ud., ante todo, sigue siendo argentino, y ya hemos visto que el protocolo no es
lo que más lo desvela.
Eso
pasó. Luego vino la visita al Vaticano. Su cara el día que recibió a nuestro
presidente no la merecíamos. Porque no solo el desprecio fue para él. Fue un
castigo sutil para la mayoría de los
argentinos. Tal vez Ud. no lo quiera porque es “rico”, y por aquello de que los
ricos no entrarán al reino de los cielos. Pero ese señor que Ud. castiga es
nuestro presidente. De los pobres y de los ricos de su país. Y si ese señor
sigue haciendo las cosas bien como hasta ahora, el bienestar llegará para
todos.
Sería
lindo y reconfortante que Ud. le diera una mano a su país. Desde su lugar.
Acariciándonos el espíritu con una palabra de consuelo. Acompañando. Poniendo
las cosas en su lugar con su enorme sabiduría. La mayoría de los argentinos estaríamos enormemente felices si eso
sucediera.
Y
por fin, le pido perdón por la soberbia de este escrito.
Vaya a saber qué le anda pasando a Francisco, quizás sabe algo que nosotros no o que por ser cura tiene más afinidad con los "pecadores arrepentidos" que con un rico (bueh, los otros también son ricos, pero más recientes).
ResponderEliminarCambiando de tema, no sé si se enteró que en Córdoba están desarrollando una aplicación de chat para las vacas. Le dejo ellink para que lo vea http://www.diaadia.com.ar/cordoba/aplicacion-cordobesa-para-productores-rurales-permitira-chatear-con-las-vacas
Qué mejor lugar que este blog para que ud dé su opinión como veterinario y les pase el dato a sus pacientes para que después nos cuente a sus fieles lectores qué opinan.
Imagínese cuando tenga los grupos de Whatsapp de cada campo, con las novedades de cada día contadas por las chicas en tiempo real. Lo que no queda claro todavía es si les van a poner cámara en sus dispositivos para las selfies vacunas.
Hola Dayana!!! Recién estuve viendo este asunto que comentás. Es bien interesante aunque también es verdad que da para charlar bastante y tal vez, cuando tenga mas noticias (ya entré en la aplicación) escriba algo con mi modesta opinión. Saludos desde San Manuel lluvioso
EliminarHola Jorge. Que cierto es todo lo que decís, y tal vez muchos no estén de acuerdo.
ResponderEliminarYo no soy muy católico, pero si me emocione mucho cuando lo anunciaron como papa (justamente también escuchándolo a Fernando Bravo). Y admire su manera de ser ante la visita de la ex presidenta luego de haber sido tan criticado y despreciado por dicho gobierno. Pero mas me dolió como vos bien decís la manera en que recibió a nuestro actual presidente, estoy seguro de que no se lo merece.
Muy buena nota Jorge.
Un abrazo.