Llegué temprano a "Los Ceibos". Me recibió el encargado entre asustado y amargado.
-¡Seis se murieron Jorge! ¡Seis vacas de las mejores! Si no pierdo el trabajo con esto no se lo que le digo-
-¡No se ponga mal Don Alberto! ¡Vamos a ver que es lo que pasó!-
En un rato recorrimos el lote de vacas en parición, e hice la necropsia a dos de las finaditas, mientras el pobre hombre me llenaba de información.
-¡Esto es hipomagnesemia!- Sentencié finalmente -Este problema se está dando en la mayoría de los campos de la zona-
Ya de vuelta en la casa, le expliqué todo lo que había que hacer para prevenir mas muertes y nos pusimos a hablar sobre los seis terneros que habían quedado huerfanos al morirse sus madres.
Detrás nuestro estaba la yegua Morenita, escuchando con atención. De pronto dijo:
-¡Perdón que me meta! Si Don Alberto quiere, yo me puedo hacer cargo de uno de los pichones. Hace tiempo que tengo ganas de ser madre-
A pesar de mi desconfianza, el hombre le acercó uno de los guachitos para ver que pasaba ¡Y en ese mismo momento, Morenita lo adoptó como hijo.
A la semana, Don Alberto me hizo llegar las fotos que se ven mas arriba y me contó que, increíblemente, a la buena yegua le había bajado la leche.
¡Cosas que pasan en el campo!
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