El temporal duró dos días. Cayeron entre 70 y 90 mm
de agua y hubo granizo y fuertes vientos. Ayer, Perico Robledo me llamó porque
tenía una vaquillona que no podía parir. Lo grave fue que él no podía salir del
campo para venir a buscarme, y yo no podía llegar hasta allá en mi camioneta,
porque las calles estaban intransitables.
Me quedé trabajando en la veterinaria preocupado con
el asunto hasta que, alrededor de las cinco de la tarde, apareció Perico. Me
contó que lo habían sacado de tiro con un tractor hasta una parte en que el
camino está entoscado, y después dio una vuelta enorme hasta que pisó la ruta y
se vino a San Manuel.
En el momento pensé que venía a buscarme, pero la
sorpresa fue que en la caja de su camioneta traía la parturienta.
Enseguida buscamos un galpón porque llovía torrencialmente,
descargamos la paciente y le hicimos una bonita cesárea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario