lunes, 19 de octubre de 2009

Las Barragan y Lugano

Les contaba antes de la llegada a la veterinaria de una chica aparentemente enferma y la historia iba por acá...
La visitante estuvo a punto de largarse a llorar pero se contuvo. Dijo que volvería a la tarde. Que se llamaba Alicia Barragán, y que si el chico era Lugano la esperara porque le tenía que hablar.
Despues que muriera Luciano Barragán en el accidente con Lugano, la mamá de Alicia y las dos hermanas se fueron a vivir a Corrientes capital, donde la señora tenía una prima y una tía vieja. Se instalaron en la casa de la prima y las chicas empezaron a estudiar magisterio en el Instituto Recavarren. Allí se enteraron de la aparición de Lugano despues de varios meses en la selva y el asunto fué motivo de charlas en la casa durante algunos días. Marina ya tenía novio, pero Alicia estaba enamorada del doctorcito desde el día que lo conoció en "El Totoral".
Ese 3 de abril de 2003, las chicas madrugaron, desayunaron con la familia y salieron caminando para el Instituto. Solo eran 10 cuadras, y a esa hora, andaba poca gente por la calle. El Peugeot rojo apareció de pronto detras de ellas y frenó con violencia contra el cordón. Se bajaron tres tipos y agarraron a las chicas tratando de meterlas en el auto. A Marina la tiraron del pelo y de un empujón la arrojaron en el asiento trasero. Alicia se defendió como una loba y empezó a patear, morder y gritar hasta que de repente se abrió el portón de una casa, y al salir dos hombres, los tipos del auto se subieron a la carrera y acelerando, se perdieron en la primer esquina. Alicia estaba destrozada. Nunca había vivido tanta violencia. Y menos en su infancia y adolescencia en el campo. Todo pasó demasiado rápido. Se sentía descompuesta y sin fuerzas. Solo pensaba en Marina.
Pronto la noticia se divulgó, y en unos minutos, un movil de la radio y dos patrulleros de la policia estaban en el lugar. Alicia no podía dar señas del auto ni de los hombres que las atacaron. Se descargaba en un llanto interminable.
Cuando la madre se enteró, empezó una búsqueda tenaz de Marina. La policía pensaba que había sido secuestrada por una red de tratantes de blancas que luego las llevaban a Paraguay. Creyó enloquecer.
Una mañana, Alicia se despertó y al entrar a la cocina, encontró una nota de su madre. Se había ido a Paraguay a tratar de encontrar a Marina. No sabía como, pero la iba a buscar. El golpe fué demasiado grande para Alicia. En el último año había perdido a su padre y había cambiado de vida; y ahora, tenía a su hermana desaparecida y a su madre que corría detras de ella. Solo le quedaba Lugano...
Continuará


3 comentarios:

  1. Perdon que insista pero este cuento habria que cambiarlo de "CUENTOS CORTOS"............

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  2. Estoy pensando seriamente en cambiarlo por "La historia interminable" Ja Ja Lo que pasa es que como vá en capítulos me equivoqué de entrada. Un abrazo

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  3. Doc, esto se estponiendo re bravo, increíble....
    Un abrazo

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Un Veterinario y las Mujeres Guerreras

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