Así se pasaron dos o tres meses hasta que una mañana, mientras tomabamos mate y esperábamos que ella se uniera al equipo para salir al campo, Lugano me dió la noticia: ¡Alicia estaba embarazada!
Siguieron unos días de poco movimiento así que los chicos me dijeron que se iban a Tandil. Andaban en el Peugeot de Alicia. Les pagué los últimos trabajos y ellos decidieron hacer una cortas vacaciones mientras pensaban en las cosas que tenían que organizar. Todavía no habían avisado a los padres de Lugano y además, yo creo que estaban proyectando instalarse juntos en algún otro lugar.
Se fueron un lunes con el auto cargado de bolsos y provisiones, y yo seguí con mis rutinas de trabajo. La complicación apareció recién el jueves cuando llegó a la veterinaria una chica muy joven con una lindísima nena rubia. Dijo que se llamaba Susana Alegre y que era la novia de Lugano. Nos miramos con Natalia y no nos atrevimos a contar nada pero la invitamos a pasar y tomar algo. Contó que estudiaba veterinaria en la UBA, que era dos años menor que Lugano y que eran novios desde aquellos días. Cuando Lugano se fué a trabajar a Corrientes ella se quedó para preparar finales, pero él le aseguró que era por un tiempo, que en unos meses volvería y estarían juntos. Ella se enteró del embarazo dos semanas despues de que él se fuera, pero aunque le escribió y lo llamó, nunca mas pudo comunicarse. Al tiempo supo de su desaparición en la selva, justo en el tiempo que nació Esperanza.
Realmente esa nena era un sol. Tenía los ojos y el gesto del padre. Me quedé mirándola un rato. Ya tenía mas de un año. Con alguna excusa dejé a Susana en la matera y me alejé para llamar a Lugano. Atendió el teléfono y me saludó contento. A medida que le contaba lo que estaba pasando sentía que él se retraía cada vez mas. De pronto cortó.
-¿Lugano? ¿Lugano?- Ya no estaba.
El asunto no me gustó nada. Volví a la veterinaria y le dije a Susana que Lugano estaba en Tandil y que tratara de llamarlo antes de ir, para tratar de ubicarlo mas facil. Y le dí el número de teléfono.
Siguieron unos días de poco movimiento así que los chicos me dijeron que se iban a Tandil. Andaban en el Peugeot de Alicia. Les pagué los últimos trabajos y ellos decidieron hacer una cortas vacaciones mientras pensaban en las cosas que tenían que organizar. Todavía no habían avisado a los padres de Lugano y además, yo creo que estaban proyectando instalarse juntos en algún otro lugar.
Se fueron un lunes con el auto cargado de bolsos y provisiones, y yo seguí con mis rutinas de trabajo. La complicación apareció recién el jueves cuando llegó a la veterinaria una chica muy joven con una lindísima nena rubia. Dijo que se llamaba Susana Alegre y que era la novia de Lugano. Nos miramos con Natalia y no nos atrevimos a contar nada pero la invitamos a pasar y tomar algo. Contó que estudiaba veterinaria en la UBA, que era dos años menor que Lugano y que eran novios desde aquellos días. Cuando Lugano se fué a trabajar a Corrientes ella se quedó para preparar finales, pero él le aseguró que era por un tiempo, que en unos meses volvería y estarían juntos. Ella se enteró del embarazo dos semanas despues de que él se fuera, pero aunque le escribió y lo llamó, nunca mas pudo comunicarse. Al tiempo supo de su desaparición en la selva, justo en el tiempo que nació Esperanza.
Realmente esa nena era un sol. Tenía los ojos y el gesto del padre. Me quedé mirándola un rato. Ya tenía mas de un año. Con alguna excusa dejé a Susana en la matera y me alejé para llamar a Lugano. Atendió el teléfono y me saludó contento. A medida que le contaba lo que estaba pasando sentía que él se retraía cada vez mas. De pronto cortó.
-¿Lugano? ¿Lugano?- Ya no estaba.
El asunto no me gustó nada. Volví a la veterinaria y le dije a Susana que Lugano estaba en Tandil y que tratara de llamarlo antes de ir, para tratar de ubicarlo mas facil. Y le dí el número de teléfono.
Continuará
En que quilombo lo metiste a LUGANO,le pasaste el numero a su ex,sos recoroso..... eso seguro que fue porque te dejo hablando solo por el telefono,jajajaajaj.Por las dudas si te piden mi telefono en SanMa,deci que no me conoces!!!
ResponderEliminarDoc me imagino que dejarás de contar cuentos imaginarios y que aprovecharás esta historia para escribir una novela y luego quien sabe, se la vendes a pol-k producciones.
ResponderEliminarAbrazo!!!!